En nuestra querida Isla de los Volcanes asistimos, en los últimos años, meses y días, con cierta incredulidad y algo de pesimismo monótono, a un fenómeno sociológico significativo sin lugar a dudas, de nuestra sociedad y de ...
En nuestra querida Isla de los Volcanes asistimos, en los últimos años, meses y días, con cierta incredulidad y algo de pesimismo monótono, a un fenómeno sociológico significativo sin lugar a dudas, de nuestra sociedad y de nuestro modelo económico.
Lanzarote y sus instituciones devoran la figura de César Manrique, la explotan y la exprimen de manera feroz, aferrándose al último halo de aliento que le queda a una isla, que no es ni la sombra de lo que fue.
La recurrencia a este tipo de personajes ya pasados, que obviamente marcaron un hito en la historia de Lanzarote, archipielágica, e incluso mundial, demuestrados conceptos esenciales; por un lado, la cara, la hipocresía y la sinvergüenza de nuestros políticos que son capaces de enaltecer, sobrevalorar y esquilmar la figura de una persona, que si bien estuviera vivo posiblemente no les miraría ni a la cara.
Y por otro, la realidad de nuestro modelo económico insular, un modelo económico vacío, unilateral y sangriento que necesita urgentemente de viejas glorias para refundarse cíclicamente, manteniendo unas directrices y unos dogmas que solo han llevado a los índices de paro más altos del Estado Español, a los salarios más bajos y a la destrucción casi total de nuestro parajes naturales y nuestras costas, entre otros destrozos.
Es por eso que se sacan libros, se realizan galerías, se vuelven a realizar libros, se vuelven a hacer galerías, y libros, y libros sobre su vida? agarrándose a la única iniciativa coherente y correcta que ha tenido nuestra isla, y que, paradójicamente, fue la que mejor resultado económico y medioambiental dio; mucho antes, muchísimo antes de que los encorbatados ricachones llegaran a esta isla, de la mano como no, de los magos-semiencorbatados ( sin que suene despectivo lo de mago, sino todo lo contrario) de nuestra isla.
De esta forma,intentan eludir la realidad, confundiéndola, como si el espíritu del señor Manrique todavía se mantuviera; y es que, no interesa un modelo económico de desarrollo sostenible, no interesa una diversificación económica, no interesa la creación de industrias, no interesa. Pero no interesa a las élites económicas que tanto se han lucrado de nuestra isla, de sus recursos y de su gente, y que ahora pretenden seguir aumentando sus beneficios, incluso a sabiendas de que de seguir así, los lanzaroteños, y los canarios en general, poco menos que nos queda que emigrar otra vez. No interesa porque no interesa descubrir que ya no podemos pescar donde antes lo hacíamos gracias a que el Gobierno Español vendió nuestras aguas a su amigo, monárquico, al igual que él, Marruecos. No interesa porque no interesa descubrir las inoperancia de las subvenciones al sector agrícola; no interesa porque no interesa descubrir porque Canarias es uno de los territorios del Estado con menos inversión industrial, no interesa porque no se quiere destapar la cruenta situación que atraviesa nuestro amado archipiélago.
Sencillamente no interesa. Pero bueno, mientras tengamos algún buen libro biográfico de César Manrique que leer, podremos evadirnos un rato, e incluso creernos que algo de lo que él propuso se lleva a la práctica, si tenemos un poco de imaginación podríamos llegar a pensar que Lanzarote y Canarias va bien y que este modelo, del todo incluido, la superproducción, el consumo, y la oferta complementaria es el adecuado, y reporta beneficios a los trabajadores de Canarias.
*Borja Rubio Francisco,
militante de Brigadas Comunistas de Canarias.