Lanzarote bancarrota

Por Domingo García ¿Cuánto tiempo mas podemos continuar cayendo en interés y expectación que en el exterior tienen de Lanzarote?.Estos días se están produciendo diversos acontecimientos que reflejan bien a las claras el comportamiento de los ...

29 de marzo de 2010 (16:01 CET)
Por Domingo García
¿Cuánto tiempo mas podemos continuar cayendo en interés y expectación que en el exterior tienen de Lanzarote?.Estos días se están produciendo diversos acontecimientos que reflejan bien a las claras el comportamiento de los ...

¿Cuánto tiempo mas podemos continuar cayendo en interés y expectación que en el exterior tienen de Lanzarote?.

Estos días se están produciendo diversos acontecimientos que reflejan bien a las claras el comportamiento de los administradores políticos que sean venido sucediendo a lo largo de los últimos 25 años en la isla.

Los acontecimientos se podrían reflejar en tres: la marcha de una naviera, el proyecto auriga y el icono del islote.

El anuncio de una importante naviera de cruceros, de que abandona el puerto de Los Mármoles es el reflejo de la ya agotada imagen que de Lanzarote se tiene en el exterior, fundamentalmente de todo el ámbito turístico.

Vemos cómo los administradores políticos, una vez consumado la marcha de la naviera, se acuerdan de ese muelle, se rasgan las vestiduras, poniendo el grito en el cielo: hipocresía o desconocimiento. No podrán alegar desconocimiento, pues todos los que representan algo en esas instalaciones venían avisando de la situación: un muelle desfasado, que dejo de ser útil a los intereses de los armadores y consignatarias y que cuentan con unas instalaciones completamente obsoletas y pendiente de nuevas infraestructuras, mejores servicios y dotaciones, tanto para los barcos como para los pasajeros. Si no cabe el desconocimiento, sólo les queda la hipocresía.

Desde siempre y reconocido por todos, conejeros y visitantes, se ha dicho que en Lanzarote el transporte público deja mucho que desear, tanto de taxis como de guaguas.

Por diferentes motivos nunca hemos tenido un transporte público acorde a los tiempos que vivimos, fundamentalmente por la importante población y nivel económico que tenemos.

Desde hace ya demasiado tiempo se viene discutiendo la forma de remediar este tema, importante en nuestro caso, no ya solo para la población local, si no pensando también en el elevado numero de visitantes que nos acompañan.

Se aporta una solución para el taxi, con dificultades, pero en la que todos, administraciones, taxistas, tour operadores y empresarios, parecen llegar a un acuerdo: sistema auriga. Central única.

Se realizan por parte de los ayuntamientos los cambios necesarios en sus ordenanzas y el Cabildo lleva a cabo un importante desembolso económico, todo parece ir bien, hasta que llega el momento de llevar a la practica todo el proyecto ?. ¡lo de siempre, ahora no estamos de acuerdo! Los taxistas por no sé qué, los ayuntamientos por no sé cuánto, los partidos, ahora en la oposición, echando leña y mientras, la casa sin barrer. Me gustaría que alguien dijera quién manda aquí, que intereses se defienden. ¡interés general ya!.

La Rocar, siempre nos quedará la Rocar. Un islote, querido y deseado, aunque no todos lo quieran y lo deseen para lo mismo: unos, la mayoría, lo queremos para uso y disfrute: espacio abierto, vista al mar, cultura e historia. Otros, sus dueños, ven negocio, lícito y hasta entendible, nos lo pinta de rosa, y busca un pintor: Calatrava, pero como dice el dicho, aunque la mona se vista de seda, mona queda. Y algunos mas, el alcalde, Don Candido y compañía, nos hablan de un icono, que todos sabemos lo que significa, pero nadie sabe lo que es. Un icono, como símbolo diferencial de las ciudades, podría ir desde la sirenita de Copenhague, pasando por la Opera de Sydney hasta llegar a las torres Petronas de Kuala lumpur. Todos son iconos en sus ciudades, pero todos son distintos.

Estos tres ejemplos son significativo de la situación que estamos padeciendo, nadie parece ser responsable de nada y lo que es peor, aquí nadie manda, no se tiene un objetivo claro de que hacer con la isla, todos pendientes para poner objeciones a cualquier cosa que se plantee, estamos como el perro del hortelano, ni come ni deja comer. Una población poco exigente y unos dirigentes mediocres, incapaces de ilusionar y convencer.

Una imagen. La de Lanzarote, que entre todos hemos ido destrozando y que por parte de la clase dirigente se ha visto incapaz de poner freno, les ha ido mas, sus intereses particulares y de partido, que el bien general.

En Lanzarote hemos perdido ya demasiado tiempo en peleas y discusiones que no van a ningún lado, una estúpida confrontación que nos derrota a todos, donde todos perdemos y que al pasar el tiempo se puede comprobar como simplemente hemos estado como títeres sin cabeza, dando tumbos de un lado a otro sin un objetivo claro, sin un fin determinado, creyendo andar muy deprisa, no nos hemos dado cuenta que corríamos hacia ninguna parte o peor aun, parecía que teníamos prisa para llegar al más absoluto de los fracasos.

Una isla que lo tenía todo y sobre todo una cosa importante, creo la más importante: su gente quería a su isla. Nos habían educado para ello, sin necesidad de ir a la escuela, habíamos desarrollado un deseo interno de cariño y amor a la tierra, aprendido de nuestros abuelos y abuelas y a la que el genial César, como un gran arquitecto de sueños, le dio forma y nos la puso bonita, le saco brillo a sus colores y desempolvo su tierra. Ahora nosotros solo nos hemos limitado a vivir del cuento, pensando que todo estaba hecho y que nos bastaba con estirar la mano y coger el fruto, sin pararnos a pensar que la isla como cualquier árbol necesita que la cuiden, rieguen, abonen y también den alguna poda.

Nosotros, la mayor parte de la población, pusimos demasiada carga en los hombros de los dirigentes políticos, sin pensar , que a estos, sólo se les puede dar aquello de lo que son capaces de entender y desgraciadamente, visto el recorrido, fueron incapaces de entender las necesidades de la isla, confundieron sus propias miserias con el deseo de un pueblo por avanzar y revivir, aprovechándose de la buena voluntad , la inexperiencia y ansia de mejora. Veníamos de penurias, de abandonos, de vasallajes y no tuvimos en cuenta , ni pedimos referencias de a quiénes dábamos nuestro futuro, no nos interesó el controlar a nuestros propios administradores y sin darnos cuenta nos llevaron a la bancarrota.

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