por ANTONIO GUERRA LEÓN
Escenario: bares y restaurantes por los alrededores del Parlamento canario.
ACTORES: diputadas y diputados. Ellos, bastante sudorosos y con los nudos de las corbatas flojos. Ellas, tirando con fuerza de abanicos para airear un poco los depilados sobacos y generosos escotes.
Arriba el Telón.
PRIMER ACTO: expresiones cogidas al vuelo.
-Creo que hemos estado muy bien en este glorioso día de octubre de 2005. De ahora en adelante ya se sabe por todo el orbe dónde reside la ‘democracia' y el poder en nuestra Autonomía Canaria y, además, con nuestro innegable patriotismo hemos dado un golpe de muerte a los que enarbolan sin el menor sentido de la canariedad y el buen gusto las banderas anárquicas del antisistema.
-Terroristas sociales, todos los que, con sus manifestaciones callejeras y sus recogidas de firmas de ciudadanos incautos, quieren llevarnos al desastre total, frenando con malas mañas y dinero ‘amarillo' el ‘progreso' de Tenerife y del resto del Archipiélago.
Coro.- ¡Toma castaña! ¡Viva Idaira!
SEGUNDO ACTO:
-Ejemplo de "democracia" (Dixit. Adán Martín después de haber cruzado unos puñetazos dialécticos de baja estofa con ‘Zoria'). ¡Con la unanimidad total, las cosas se van colocando en su sitio! (Afirmación presidencial, que acogen sus señorías con gran regocijo en la tertulia poscameral, como viejos parlamentarios búlgaros. Sin pestañear, mientras se meten entre pecho y espalda varios medios güisquis con mucho hielo, y donde el más veterano de todos, nostálgico del franquismo, comenta brazo en alto)
-Ven ustedes cómo ya no hay ni derechas ni izquierdas, así es como debemos estar siempre, unidos y muy unidos, de esa forma no hay... poblemas y sí mucho pogreso.
CORO.- El parlamento unido jamás será vencido. El Parlamento unido jamás será vencido. ¡Canarias. Una. Grande. Y Libre!
(Otro Diputado inquiere, éste ahíto de croquetas).
-Perdona tío, pero es que me quedé medio traspuesto durante la sesión y no acabo de entender el meollo de la cuestión. Vamos a ver. ¿Por fin vamos a tener el Puerto de Granadilla dotado de refinerías, astilleros y cementeras, como decíamos al principio de este jaleo, o va ser solamente un pequeño muelle para alimentar la industria del polígamo?
(Contestación del coleguita de poltrona.) ¡Y yo que carajo sé! Ese aspecto a partir de ahora ya no es cuestión nuestra, ahora esas decisiones quedan en manos de los constructores que tienen el terreno libre para hacer lo que quieran. Nosotros ya hemos cumplido con nuestro deber patrio votando con la deseada unanimidad cameral a favor de nuestros amigos y patrocinadores. Por lo tanto, a partir de ahora chitón, que para eso nos pagan. ¡Y límpiate la camisa, coño, que la tienes chorreada de caviar!
Coro.- ¡Jediondo!, ¡jediondo!
TERCER ACTO.
(Momento en que paga su señoría la cuenta con la Tarjeta Visa Oro, y el camarero de turno pregunta)
-¿Oiga Señor Diputado, y si se llevan el Puerto de Santa Cruz para Granadilla, ¿de qué coño vamos a vivir los chicharreros?
Contestación.- ¡Pues la verdad, chico, que no había caído en eso, y es que no tengo ni puñetera idea del asunto! Pues, unos dicen que vamos vivir como ricos de los barcos de recreo, cruceros y grandes veleros, mientras otros, proclaman que va haber mucho trabajo en bares, cabarets, restaurantes y casinos, como en Miami Beach, sin ir más lejos, mi niño. ¡A ver si me explico, mano! Según mis jefes, vamos a ser el centro neurálgico del putiferio archipielágico y macaronésico de las rutas transnacionales y ultraperiféricas del todo el mundo. Nudo, atado y bien atado, de tres continentes y principio y fin de la gran autopista que te llevará en pocas horas de un lado a otro del Archipiélago para llenarte de ‘inmensa felicidad'. Aparte de eso, ¡qué suerte vas a tener, pibe!, pues con tu edad y tu simpatía te vas a dar una jartada de follar de forma internacional y marchosa en Santa Cruz que para mí quisiera, tío. Y todo gracias a nosotros, tus representantes en el Parlamento... Unánime e Invicto Canario.
Coro ciudadano.- ¡Mándate a mudar, vete por ahí! ¡Mándate a mudar, vete por ahí!
ACTO FINAL
(Voz en off.) Todo este estado de satisfacción y ombliguismo llega a ustedes por parte de unos señores diputados que han sido sentenciados en firme por un Tribunal Constitucional por cometer la más odiada falta contra la democracia. FRAUDE DE LEY. Delito cometido a conciencia por sus graciosas señorías, para perjudicar a unos buenos y honrados ciudadanos canarios.
Coro.- ¡Que paguen ellos las indemnizaciones de su bolsillo! ¡Caraduras! ¡Caraduras!
Abajo el Telón.