Hace algunos meses ya que los planes llevados a cabo de manera unilateral y noconsensuada por Aena nos están dando que hablar. Se alegan muchas razones por las que debemos o no debemos ampliar tanto el horario como la longitud de la ...
Hace algunos meses ya que los planes llevados a cabo de manera unilateral y noconsensuada por Aena nos están dando que hablar. Se alegan muchas razones por las que debemos o no debemos ampliar tanto el horario como la longitud de la pista de aterrizaje de Guacimeta. Mayormente, las razones que se aducen no son válidas por lo que yo reclamo que, al menos, se nos den razones convincentes para justificar tan severa intromisión en nuestro derecho al descanso nocturno.
El señor alcalde de San Bartolomé, Marcial Martín, parece estar capeando el temporal con bravura, porque es capaz de no definir una postura clara para que, en ningún caso, eso interfiera con los resultados electorales del próximo 22 de mayo. Su sugerencia: hacer un estudio de impacto sonoro.
Parece haber descubierto la pólvora... "los aviones hacen ruido". Mientras el susodicho informe de impacto sonoro se elabora, pasarán meses (tampoco me extrañaría que fueran incluso años) para que se nos diga que, efectivamente, un avión reactor a una milla náutica (1852m) antes del aterrizaje hace un ruido de 100dB, por no hablar del despegue, y que eso durante 8 horas puede causar daños irreversibles al oído. Una vez más, se nos enfrentará entonces con los hechos consumados a los que ya nos tienen acostumbrados.
Las decisiones que toman últimamente nuestros dirigentes políticos son, cuanto menos, extrañas, ya que los datos con los que quieren convencer al pueblo no son correctos. Teniendo ese ejército de asesores en nómina, cuyo gasto sufragamos entre todos, me sorprende que nadie sea capaz de ilustrar a nuestros dirigentes y de proveerles con los datos correctos.
Pero claro, dado que la política de distorsionar la realidad con hechos que no se adhieren estrictamente a la realidad, como se hizo con los controladores, ha dado sus frutos, ahora se intenta tildar a los vecinos de Playa Honda de freno para el progreso. Pues permítanme la observación: ¡Con la ampliación del aeropuerto nada cambia!, excepto que nos habremos gastado un dineral, arruinado el medio ambiente y haciéndole la vida un poco más difícil (si cabe) a los vecinos del municipio.
Va a haber más pista para el aterrizaje... ese es el único dato correcto. Todo lo demás es cuanto menos cuestionable. Nos dicen que quieren abrir la isla al mercado de Europa del Este, por lo que necesitan la susodicha ampliación. No nos dicen que hemos tenido durante un tiempo conexiones con Rusia y (como decimos comúnmente) no ha venido ni el tato por lo que se ha cancelado la línea. Nos dicen que quieren que aeronaves de largo recorrido puedan aterrizar en Lanzarote.
No nos dicen que recibimos regularmente la visita del Airbus 330-300 de la compañía Air Berlin, que sirve con regularidad las rutas al Caribe de dicha compañía. No nos dicen que nos han visitado Jumbos de Pullmantur o de Lufthansa para traer pasajeros y carga (recuerdo la presentación de los Seat Arosa en Lanzarote). Ni tampoco nos dicen que hemos recibido la visita hasta del Concorde (de la que guardo sendas fotos).
Nos dicen que las Américas son un mercado interesante. No nos dicen que hemos tenido una línea, por ejemplo, con Canadá hasta hace no mucho tiempo y ninguna de las limitaciones de la pista parecía influir en esa línea, salvo que nadie quería venir porque nuestra oferta turística no es lo suficientemente atractiva para justificar tan largo viaje.
Nos dicen que la ampliación es necesaria porque así vienen más compañías. No nos dicen que la ampliación del aeropuerto se ha realizado 'ad-hoc' para la compañía Ryanair a la que, además, se está subvencionando, de una manera u otra, y que está destruyendo poco a poco la aviación con destino Canarias.
Nos dicen que la tendencia es traer más turistas. No nos dicen que según las estadísticas de Aena, vienen más aviones y menos pasajeros (en relación) lo que se puede interpretar o bien como que vienen aviones más pequeños o bien que los que vienen, lo hacen con menos gente.
Es por tanto por lo que yo digo que no es la cantidad de oferta la que falla, sino la calidad. Parecemos no estar ofreciendo lo que los turistas están buscando, al precio que lo están buscando. ¿Creen ustedes que la solución será aumentar el costo? Yo creo que no, pero, ¿lo podríamos bajar aún más? Posiblemente. ¿Sería eso deseable? Pues tampoco.
En estas semanas, he colaborado en la elaboración de la página publicada en www.aerolanza.com para analizar las razones por las que alegan, es necesaria la ampliación del aeropuerto. Allí, todo aquel que quiera saber los detalles técnicos, sin que se le intente influenciar en su opinión, puede encontrar las razones por las que no creo deba ampliarse ni el aeropuerto ni el horario del mismo.
Pero la responsabilidad de lo que se va a hacer o no recae, sobre siempre, en el más ignorante...
