La Reforma agraria cubana y Canarias en la prensa actual

por MIGUEL LEAL CRUZ A la vista de la poco halagüeña perspectiva agrícola en nuestro campo, que alcanzará su cota máxima de preocupación cuando cesen o decaigan las ayudas agrarias comunitarias ...

9 de diciembre de 2005 (11:42 CET)

por MIGUEL LEAL CRUZ

A la vista de la poco halagüeña perspectiva agrícola en nuestro campo, quealcanzará su cota máxima de preocupación cuando cesen o decaigan las ayudas agrarias comunitarias procedentes de la UE (ampliamente reducidas), la prensa editada en estas Islas más algunos dirigentes del sector ya muestran su descontento en asambleas privadas o públicas. La cuestión que afecta a este sector, llamado primario y el más antiguo de cuántos conforman la economía de todas las sociedades en cualquier momento histórico, ya lleva en caída desde hace más de 15 años. Apenas se cultiva en zonas de medianías y las de costa, para plátanos, tomates e invernaderos, mantienen igualmente esta decadencia progresiva. ¡Qué se lo pregunten a mi amigo y paisano Wladimiro Rodríguez Brito! Ha sido sustituida en amplias zonas por la industria turística que tampoco goza de muy buena perspectiva y menos aún de excelente salud.

Pero el profesor Rodríguez Brito insiste y mantiene que el trasvase de capital de la agricultura al turismo es una realidad de los últimos años, en vías de reconsideración en estos precisos momentos con preocupante peligro para la RIC o reserva de inversiones y aún no determinado. Además con sospechoso destino final para el capital acumulado o en qué inversiones. La Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias (ASPROCAN) por consejo del responsable del ramo, Pedro Rodríguez Zaragoza, expresan fuerte preocupación (sobre todo para La Palma y Tenerife) por la referida pérdida de ayudas comunitarias a partir del 1 de enero, en sólo seis meses. Menos mal y siempre lo hemos dicho que Francia y Portugal seguirán plantando batalla en primera línea para mantener este producto en las islas de Madeira y Martinica.

Pero es que, además, nuestra pertenencia a la Unión Europea ha perjudicado notablemente este sector tradicional (a más de la pesca), en beneficio de países asociados en que destaca Marruecos competidor y vecino. Pero también hemos de reconocer los efectos positivos para otros sectores en especial industrial o turístico y específicamente el Régimen Económico y Fiscal (REF), así como confirmación y mejora de anteriores acuerdos.

Centrándonos en aspectos concretos en base a lo expresado por este profesor y político palmero para los últimos años del pasado siglo y que ha de mantenerse hoy: la sociedad y poderes políticos o económicos de esta región atlántica ha de potenciar nuevos generadores. Potabilizar agua con energía eólica o solar totalmente limpia, y así disminuir la dependencia de los hidrocarburos, en estos momentos con alza de costes "in crescendo" en todo el mundo; la expansión de la oferta turística debe mantenerse subordinada a la ley de Moratoria y Medio ambiente, el PIOT, y planificarse metodológicamente ante el nuevo reto internacional que sufre el sector por variadas y atractivas ofertas de turismo y ocio en países del tercer mundo, ahora parcialmente desarrollados. Como hemos dicho, estos ofrecen exotismo y estancias a menor costo que las ofertadas desde estas islas y, como bien apunta Wladimiro Rodríguez, hemos de "sembrar el turismo" con incremento de la agricultura ambiental y paisajística a más de los productos agrarios tradicionales: vino, quesos, higos pasados o gofio, al tiempo que potenciar los frutales de siempre (peras, ciruelas, manzanos, duraznos, tunos y otros)

Por todo esto ha de quedar claro que no vale una revolución agraria (o totalmente re-estructural) a la cubana que tanto asustó a los agricultores de nuestras islas en la crucial década de los años sesenta del pasado siglo y que la prensa recogió exhaustivamente, Pero que Dios nos libre de un intento de resolver el problema con finalidad similar a aquella que en nada solucionará nuestra decadencia agrícola por qué tampoco existe paralelismo entre las medidas a aplicar por ambas administraciones (diferentes son sus estructuras políticas y económicas), pero sí harán reflexionar a más de uno.

Queda claro que en esta parte del mundo con amplias dosis de libertad económica (y de todo orden) no se caerá en aquella metodología como solución, aplicada en la famosa revolución cubana, puesto que allí todo ha decaído (desde la caña hasta el tabaco) a un ritmo aún más precipitado que en el país libre más desdichado de cuantos existen en el planeta, sin posible solución por el sistema económico autárquico (y utópico) que el régimen castrista ha creado, todo lo contrario que en nuestra región canaria con protección oficial de la Unión Europea.

En efecto:

A menos de cuatro meses del triunfo del castrismo en la mayor de las Antillas, el incipiente Gobierno revolucionario dictó la primera Ley de Reforma Agraria (común a todas las revoluciones) cuya elaboración previa se llevó a cabo en los locales ocupados por el mando del denominado Ejército Rebelde en el sector de La Plata (Sierra Maestra), el 17 de mayo de 1959 y que, al parecer, Fidel Castro ya había anticipado un primer borrador en Isla de Pinos mientras sufría condena por el frustrado asalto al Cuartel Moncada, en 1956. El espíritu legislativo de esta revolucionaria y social Ley, en perjuicio de las grandes explotaciones en especial azucareras, proponía:

Se eliminarán los latifundios de nativos y extranjeros, al limitar la propiedad de la tierra a un máximo de 30 caballerías que equivalen a unas 402 hectáreas.

Se entregará la propiedad de la tierra a los campesinos que la trabajarán y se liquidaron las rentas que se veían obligados a pagar, liberando a los campesinos de todo tipo de explotación y amenaza de desalojo.

Se liberaba a los obreros agrícolas de los míseros salarios, de las largas jornadas laborales, y de la constante amenaza del desempleo y del llamado "tiempo muerto", o periodo inactivo entre las zafras.

Estas medidas constituyen una de las primeras decisiones de carácter general. Para aplicación exhaustiva de dicho proyecto de Ley, promulgada para profundas transformaciones agrarias, se creó el Instituto Nacional de la Reforma Agrario (INRA)

No obstante, en dicho momento, la Ley, dejaba intocable las propiedades de un considerable sector burgués en la explotación agropecuaria, pero se estudiarían acciones sucesivas para radicalizar el objetivo a seguir como consecuencia del programa revolucionario.

Pero es que, además:

"La promulgación de esta medida, según consultamos en la historiografía cubana reciente, constituyó, además, una independencia del caciquismo agrario imperante en Cuba, libraba al obrero agrícola de la explotación directa de los terratenientes y capitalistas, nativos y yanquis (sic). Esta situación cesó cuando la Ley puso las tierras en manos de los campesinos que reciben las grandes plantaciones y sus infraestructuras, pero bajo directiva oficialista del nuevo estado cubano.

Esta alianza entre obreros y campesinos reforzó ampliamente el proceso revolucionario emprendido y constituyó la base de la administración en que se basaría la Revolución. Además, apoyará y practicará nuevas medidas revolucionarias como fieles defensores del proceso, en aras de la construcción de una nueva sociedad cubana. Ésta era la idea propugnada fruto de la teoría de estos dirigentes que fue ampliamente seguida en aquellos momentos".

Pero no sólo es un hecho claro que Cuba es una gran finca propiedad de Fidel Castro (y allegados) sino que ahora se sabe que poderosos exiliados en Miami están comprando títulos de propiedades legalmente y que ya se hallaban inscritas en registros cubanos ¿Cómo resolverán los cubanos esta "papa caliente"?

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