LA JUBILACIÓN ANTICIPADA

"Déjale lo que no puedes quitarle: su melodíade cantar que canta y cuentaun ayer que es todavía."Antonio Machado. El envejecimiento prematuro de la población española, ...

5 de mayo de 2006 (12:49 CET)

"Déjale lo que no puedes

quitarle: su melodía

de cantar que canta y cuenta

un ayer que es todavía."

Antonio Machado.

El envejecimiento prematuro de la población española, en las últimas décadas, no se debe, como se suele pensar al aumento de la longevidad sino fundamentalmente, a la fuerte disminución de la mortalidad infantily a la caída en picado de la tasa de fecundidad.

Al considerar el colectivo de la población activa, la edad media de los trabajadores no ha cesado de aumentar, en los últimos años, incrementándose, por tanto, su experiencia.

Pero el envejecimiento no es solamente un fenómeno biofisiológico sino que es también un fenómeno social, y mientras que, unas sociedades ven en las diferentes etapas de la vida un continúo progreso, otras creen en el deterioro progresivo que culmina con la muerte.

La sociedad postindustrial está marcada por la segunda alternativa. Nuestra sociedad ha asociado la tercera edad a decaimiento, a dificultades de adaptación e incluso a ineficacia. A los cincuenta años, o, incluso antes se truncan las esperanzas de encontrar un trabajo y sólo queda la inactividad y la posibilidad de una pensión hasta el final de los días.

La vida media del trabajador se ha ido alargando a la vez que las técnicas progresan a un ritmo desconcertante. Su experiencia de años, al enfrentarse a los rápidos cambios tecnológicos se convierte en una experiencia caduca. Este proceso de continua renovación produce un envejecimiento prematuro de los trabajadores; al sentirse desplazados por la desvalorización de la experiencia y la reducción de sus posibilidades de adaptación a lo nuevo. Sus conocimientos envejecen más rápidamente que las propias personas que trabajan que se encuentran sometidas a un continuo reciclaje, sin que exista al efecto, una formación continua y permanente.

Esta situación conduce a medidas, como la jubilación anticipada, que transfieren a la sociedad el problema liberando a las empresas de los trabajadores de cierta edad, lo que les permite a su vez aligerar sus plantillas, mientras se sigue sin afrontar el fondo del problema, el del trabajar envejeciendo. Pues importa tanto añadiraños a la vida como vida a los años. Para saborear el hecho de vivir no se puede descuidar ninguno de los tres tercios de la jornada, igualmente importantes: trabajo, ocio y sueño.

En aras de la rentabilidad, productividad, competitividad, modernidad... cada vez, los trabajadores son expulsados a menor edad del sistema productivo por la "puerta falsa" de la jubilación anticipada, acelerando la propia decadencia del sistema al despilfarrar una gran parte de los recursos humanos. Cada vez se coloca a más temprana edad la etiqueta de "demasiado viejo". Y como dijo el poeta: "¿Qué quieres que yote diga / que no sea un mal decir / de tu suerte y de la mía?"

Francisco Arias Solis

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