La fotografía que publica EL PAÍS en su portada del domingo 5 de abril es antológica: Rajoy alucina contemplando a la secretaria general del PSOE, Leire Pajín, que canta La Internacional puño en alto en la clausura del ...
La fotografía que publica EL PAÍS en su portada del domingo 5 de abril es antológica: Rajoy alucina contemplando a la secretaria general del PSOE, Leire Pajín, que canta La Internacional puño en alto en la clausura del congreso de UGT. Soraya Sáenz de Santamaría mira al frente, aguantando el tirón, pero su jefe de filas pone cara de "¡qué hago yo aquí, rodeado de rojos!". Genial la foto de EL PAÍS, que pone de manifiesto más que nunca el tópico de una imagen vale más que mil palabras.
La normalidad democrática implica anomalías políticas: el líder de la derecha española en un cónclave de un sindicato de clase marcadamente de izquierdas. Me parece bien. En el nuevo mundo de Obama prima la tolerancia, el respeto y la comprensión de las ideas del otro. Tal vez Rajoy se haya imbuido de sindicalismo clásico y entienda a partir de ahora que los trabajadores no son los que deben pagar los estragos de la crisis económica. Debería hablar en serio con Montoro, su portavoz económico en el Congreso de los Diputados, y comentarle que después de haber asistido al congreso confederal de UGT, ha descubierto que existe vida inteligente más allá del despido libre, la reducción de impuestos y la anulación de derechos sociales y cívicos.