La isla sumaba, en los días del pasado Julio, un padrón cercano a los 132.000 vecinos. Es decir, se marca un nuevo record histórico, con indicios de cerrar la primera década del siglo XXI con más de 150.000 habitantes de derecho. Este número actual supone casi doblar el censo de comienzos de la pasada década, lo que viene a explicar que en esta isla todavía hay empleo y riqueza, causa de la venida de muchas personas de allende de los mares. Por ejemplo, la capital, Arrecife, cuenta ya con un censo de 12.138 ciudadanos de nacionalidad ajena a la española. Hay vecinos de 91 países al margen de España, que son ya uno de cada cinco ciudadanos empadronados en la capital insular. Son 2.000 más que en el pasado verano. Son los colombianos los que más engrosan la estadística, con 3.759 ciudadanos. El segundo grupo en importancia queda compuesto por los ecuatorianos, con 1.500. Los marroquíes son el tercer colectivo, con más de un millar de vecinos. De Europa, los portugueses y como segundos, los italianos. Después los alemanes e ingleses. Entre las cuatro nacionalidades no se alcanza el millar. Este dato refleja la variedad cultural que trabaja y convive en nuestra isla de Lanzarote.
Por otro lado, el personal del hospital General ayudó a nacer a 727 pequeños durante el primer semestre del año, siendo el 33 % de ellos de madre no española. La estadística dice que 480 fueron de madres españolas, quedando las americanas en segunda plaza con 124, las europeas con 66 partos, las africanas con 36 y las asiáticas con 11. Esta realidad nos demuestra otra conclusión: la integración natural y social de estas nacionalidades, cuyos hijos serán el futuro perfil del ciudadano lanzaroteño del siglo XXI. Por ello, la Viceconsejería de Asuntos Sociales e Inmigración del Gobierno de Canarias, en colaboración con el Ayuntamiento de San Bartolomé, como municipio donde se desarrolla la experiencia piloto, ha puesto en marcha el SERVICIO DE MEDIADORES INTERCULTURALES. Esta iniciativa pretende un doble objetivo, por una parte dotar a quince alumnos licenciados y diplomados, de conocimientos y habilidades para la mediación entre personas, grupos e instituciones, al tiempo que se les forma en gestión y resolución de conflictos en contextos multiculturales. Por otra parte, favorece la integración social de los inmigrantes incidiendo en la resolución de su problemática específica. Ha nacido la figura del MEDIADOR INTERCULTURAL.
Hacemos ësto o nos queda el otro camino fácil de los racistas: " Godos fuera, sudacas para casa, estos moros son unos traicioneros, etc. ". Por mi parte, opino como mi compatriota, el cantautor Pedro Guerra : " CONTAMÍNAME, mézclate conmigo.
JUAN ANTONIO DE LA HOZ GONZÁLEZ,
Portavoz municipal de Coalición Canaria en San Bartolomé de Ajey
