Inseguridad e higiene

Sin dejar de chupar del bote de los sustanciososimpuestos procedentes del fenómeno social de laintoxicación tabaquera, a partir del próximo 1 deenero, el gobierno y sus sicarios impondrán una nuevavuelta ...

15 de diciembre de 2005 (15:22 CET)

Sin dejar de chupar del botede los sustanciosos

impuestos procedentes del fenómeno social de la

intoxicación tabaquera, a partir del próximo 1 de

enero, el gobierno y sus sicarios impondrán una nueva

vuelta de tuerca en la reciente y ambiciosa condena

sobre el humo del fumeteo. Una legión de

inquisitoriales inspectores se asegurará de que se

respeten por doquier y a rajatabla los derechos

pulmonares de los no fumadores, defendiendo con

especial sensibilidad la sagrada salud de las

criaturas.

Tan ambicioso y sublime despliegue de pretendido celo

sanitario no alcanza, sin embargo, para ocultar la

vegüenza del conjunto global de una Sanidad y un

Estado caracterizados, fundamentalmente, por la

dejación de sus más altas responsabilidades: mientras

los esforzados agentes judiciales y fiscales de todos

los rangos se aplicarán concienzudamente a abrir bien

puertas y ventanas para airear el cargado cuchitril

patrio, los mutiladores profesionales de menores

seguirán definitivamente instalados en clínicas,

hospitales y consultas médicas de todo el país,

dedicándose sistemáticamente y por encargo a la

sanguinaria circuncisión ritual de niños sanos de

corta edad.

¿Los torturadores, al casino y los cigarrillos, al

calabozo? El humo da tos y España da asco. Quien

albergue alguna duda al respecto, que le pregunte si

se atreve a mi pobre hijo, víctima de tan depravada

atrocidad, o que indague sobre las aberrantes

ceremonias celebradas impunemente durante años en la

clínica "Virgen del Consuelo" de Valencia donde, como

en muchos lugares, otra cosa no... pero fumar ha

estado siempre prohibido.

José Francisco Sánchez Beltrán

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