Guaguas

Hoy me he levantado generosa y quiero agradecer al Cabildo de Lanzarote el curso intensivo de inglés que me ofrecen día a día y ¡completamente gratis!. Sí, cada tarde a las 7.30 cuando voy desde el Cabildo hasta Costa Teguise me ...

21 de julio de 2005 (03:34 CET)

Hoy me he levantado generosa y quiero agradecer al Cabildo de Lanzarote el curso intensivo de inglés que me ofrecen día a día y ¡completamente gratis!. Sí, cada tarde a las 7.30 cuando voy desde el Cabildo hasta Costa Teguise me pongo al día, intentando explicarles a los pobres turístas cuestiones tan lógicas como éstas: la guagua pasa cada 20, 30 ó 40 minutos (nunca se sabe). Debe de ir en función de la conjunción de los astros o algo así, pero es imposible estar segura de a qué hora tiene que estar una en la parada para cogerla y no morir en el intento. De quedar a una hora fija en el destino, ni hablamos, por supuesto. Por cierto, los que vivan, por ejemplo, en la calle Real también deberían estar agradecidos al ente por la sesión de footing hasta el Cabildo (única parada en el centro de la ciudad) ¡Comodísimo!. Y hablando de deporte, no hay que olvidarse de las vueltas que se pegan los pobres turistas de un lado a otro de la carretera, intentando averiguar en qué lado para la guagua de Costa Teguise y en cuál la de Puerto del Carmen. Debe de costar mucho poner un cartelito en el que se indiquen los trayectos, o incluso, en el colmo del derroche, las paradas de cada ruta. Por último, y aunque a mí no me afecte, (ya les dije que me levanté generosa), pongan por favor un servicio de tranporte que lleve a los que nos visitan a recorrer los centros turísticos, porque o se alquilan un coche o más les vale que tengan una buena piscina en el hotel, porque no creo que les entren ganas de salir de él. En fin, que como no tengo ganas de pegarles cuatro gritos a los políticos que nos dicen que usemos el transporte público, y sigo sintiéndome generosa no quitándoles las pocas plazas de aparcamiento que hay en Arrecife, seguiré dándole un voto de confianza a las guaguas. Bueno, como me toque la primitiva, me compro un coche, y se acabó la generosidad, ¡claro!

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