Guaguas: paradas inadecuadas

La precariedad e insuficiencia notorias del transporte público en la Isla, son algo tan cotidiano que raro es el día que no nos tropezamos con algún problema, más o menos importante, referido al mismo. Insuficiencia y precariedad en ...

14 de julio de 2005 (19:26 CET)

La precariedad e insuficiencia notorias del transporte público en la Isla, son algo tan cotidiano que raro es el día que no nos tropezamos con algún problema, más o menos importante, referido al mismo. Insuficiencia y precariedad en ...

La precariedad e insuficiencia notorias del transporte público en la Isla, son algo tan cotidiano que raro es el día que no nos tropezamos con algún problema, más o menos importante, referido al mismo. Insuficiencia y precariedad en el número de unidades destinadas a unir todos los puntos de la Isla, y en las frecuencias de los viajes, que son claramente deficitarias por su escasez. Esto, entre otras cosas, está originando lo que ya se sabe, incremento de la compra de coches más o menos utilitarios, para que la gran masa de ciudadanos trabajadores lanzaroteños, que tienen que desplazarse diaria e inexorablemente, a unos horas determinadas, porque si no pierden su trabajo, tanto en zonas turísticas como simplemente urbanas, puedan llegar a tiempo a sus respectivos puntos de trabajo. ¿Qué fue de aquel proyecto del Cabildo, dentro del ambicioso plan de la Biosfera -o algo así- donde presuntamente se contemplaba la potenciación de la red de transporte público? ¿Qué fue ya que fueron destinadas las ayudas millonarias de los famosos contratos programa? ¿Van a parar a la mejora de esos transportes o a los bolsillos o necesidades de los transportistas? Hasta aquí hemos expuesto la reivindicación general cuya solución debería tener carácter de absoluta urgencia, pues aquí lo único que se está haciendo con esa inhibición sobre la mejora de los transportes públicos, es lograr que las carreteras cada vez se llenen más, hasta la congestión actual, de vehículos privados. Pero vamos a descender hoy a uno o dos detalles concretos relacionados con ese transporte, efectuado por guaguas, eso sí bastante modernas pero claramente insuficientes. Uno de los detalles de su mala planificación puede observarse a diario, desde hace la intemerata de tiempo, en las paradas habilitadas al final de la Avenida del Reducto, cerca del Cabildo nuevo. Porque resulta que allí comienzan y finalizan la inmensa mayoría de los trayectos destinados a lugares como Playa Honda, Puerto del Carmen y creemos que también Costa Teguise y Playa Blanca. Y el problema radica en que estas paradas están prácticamente en la periferia de Arrecife y las personas que tienen que utilizar los servicios tienen que recorrer un larguísimo tramo para llegar hasta las zonas más céntricas capitalinas ¡claro que podrían coger allí otra guagua urbana, pero eso sí, esperando lo menos media hora -si se queda en eso-! ¿Tan difícil y complejo sería que esas guaguas llevaran al personal -trabajadores y turistas en su mayoría-, por ejemplo hasta la Boca del Muelle, o al menos, hasta el Arrecife Gran Hotel? ¡Hagan ustedes, señores del Ayuntamiento, promoción para que el turismo venga a Arrecife y luego déjenlo a medio kilómetro del centro! Pero es que hay más, las susodichas paradas actuales no tienen letreros -creemos que preceptivos- señalizando los sitios de origen o destino de las unidades, por lo que un montón de gente -entre ellos turistas- se ubican en la parada equivocada hasta que alguien les avisa. ¿Se puede consentir que un transporte subvencionado y autorizado por los poderes públicos haga lo que les venga en gana?.

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