La noticia más impactante de este jueves, al margen del fallecimiento de una pasajera que viajaba a Gran Canaria y que obligó a regresar un vuelo de Air Europa a Madrid, fue la agresión que sufrió el presidente de Puertos del ...
La noticia más impactante de este jueves, al margen del fallecimiento de una pasajera que viajaba a Gran Canaria y que obligó a regresar un vuelo de Air Europa a Madrid, fue la agresión que sufrió el presidente de Puertos del Estado, Mariano Navas, durante su visita a la isla redonda. Más de 400 estibadores del Puerto de la Luz agredieron verbal y físicamente a Navas, al que impidieron ofrecer una conferencia, en protesta por el proyecto de la nueva Ley de Puertos del Estado que podría reducir a la mitad los empleos del sector. Los trabajadores profirieron insultos de todo tipo contra Navas, a quien rociaron con agua y empujaron cuando se disponía a ofrecer la ponencia "Los Puertos del Estado en la Región Canaria", con motivo del II Foro de Transportes en Canarias, organizado por la Zona Franca de Gran Canaria.
Pero lo más curioso vino después, cuando se le preguntó al presidente de Puertos del Estado sobre el incidente. Con notable frialdad dijo que le había "sorprendido extraordinariamente", añadiendo, en una frase antológica, que "sinceramente, no lo esperaba, pero bueno, eso está en el sueldo".
Se sabe que la vida de los políticos a veces no es todo lo cómoda que la mayoría pensamos. Sin embargo, hay algunos que evidentemente se ganan el sueldo. Y este señor es un buen ejemplo, al entender, y entendemos que está equivocado, que recibir insultos y ser zarandeado forma parte de los gajes del oficio.
Jamás se tendría que producir una situación como la vivida ayer en Gran Canaria. Es más, los medios de comunicación tenemos la obligación de rechazar y censurar cualquier tipo de violencia. En Lanzarote varios representantes de Alternativa Ciudadana (AC-25M) se manifestaron ayer pacíficamente frente a la Dirección Insular de la Administración General del Estado y no pasó absolutamente nada. Expresaron sus opiniones sin darle un mamporro al director insular, Marcial Martín, y sin insultar a nadie.
Por eso hay que felicitar al señor Navas, por la elegante y simpática reacción que tuvo, aunque fuera equivocada. En el sueldo de un político no existe ningún plus de peligrosidad contra posibles agresiones. Ni siquiera cobran más aquellos que viven permanentemente amenazados por la justiciera espada del terrorismo. La política tiene que ser otra cosa.
Ahora bien, también hay que sacar algo en claro de lo que pasó. La gente está bastante estresada en la mayoría de los sectores laborales. Las condiciones actuales, con una economía en claro retroceso y la aparición de todo tipo de problemas, son fuentes claras de posibles conflictos. Son los políticos los que tienen que conseguir que esto cambie, los que deben hacer frente a la situación y propiciar las mejoras correspondientes para que los ánimos no se caldeen con tanta facilidad.