Las Islas Canarias poseen una flora y una fauna muy especiales. Muchas personas lo saben y también son conscientes de lo importante que es ayudar a preservarlas. Pero, ¿realmente estamos informados de los cambios que están acaeciendo día a día a nuestro alrededor? En ocasiones se nos olvida lo frágil que es la vida y la importancia que puede tener algo tan básico como puede ser el agua. Les hablaré de un caso en concreto que ocurrió en la isla de Alegranza hace apenas unas semanas.
El archipiélago Chinijo alberga la única población de aleta, o Halcón de Eleonor (Falco eleonorae), de las Islas Canarias. Estas fabulosas aves regresan cada año a Canarias para reproducirse, tras pasar el invierno en Madagascar. Comienzan su reproducción muy tarde, en los meses de agosto y septiembre, cuando la mayoría de aves ya la han concluido. Este sorprendente retraso se debe a que las aletas se han especializado en la captura de pequeños pájaros que migran hacia sus cuarteles de invernada en el África subsahariana, y que son arrastrados hasta Canarias durante su migración por el embate de los vientos alisios. Las aletas capturan a sus presas en alta mar y necesitan mantener su plumaje impecable para realizar las formidables acrobacias y persecuciones que les permiten alimentar a su prole, así como para emprender un viaje de más de 10.000 km dos veces al año. Pero cuidar su plumaje para librarse de la abrasión de la sal y el sol requiere dedicación y tiempo, y algo aún más importante y escaso: agua dulce.
En la isla existe una antigua presa construida por los antiguos pobladores que en sus mejores tiempos acumulaba enormes cantidades de lluvia. Los halcones, al igual que otras muchas aves que habitan en Alegranza e islotes aledaños, acuden cada día a este enclave a beber y bañarse para librarse de la abrasión de la sal. Sin embargo, la colmatación por la erosión y la sequía de estos dos últimos años propició que se secara totalmente.
En plena reproducción y con la presa seca, los halcones se ven obligados a desplazarse grandes distancias, abandonando sus nidos en busca del tan preciado recurso, con el consiguiente riesgo para el éxito de la reproducción.
Ante esta situación, el equipo de investigación de la Estación Biológica de Doñana, CSIC, decidió actuar y volver a llevar agua dulce al embalse. El objetivo se preveía complicado. La presa está situada en un barranco, a una altura de veinticinco metros sobre el nivel del mar y a trescientos metros del punto de fondeo más cercano. Se necesitaba un barco cisterna, una bomba capaz de impulsar el agua y muchos metros de manguera.
Afortunadamente, pudimos contar con la desinteresada ayuda y colaboración de personas y entidades privadas y particulares de la isla de la Graciosa para conseguir el material necesario, así como los propietarios de Alegranza, que se sumaron a esta titánica maniobra.
El 5 de agosto consiguió zarpar el barco Sol y Playa cargado con ocho mil litros de agua potable. Con gran esfuerzo, conseguimos desplegar las mangueras, subirlas a la presa y activar la bomba. Lamentablemente, la presión ejercida no fue suficiente y tras horas de intentos frustrados, hubo que desistir y el barco regresó a La Graciosa aun con su carga intacta.
"Caer es aprender a levantarse". Solicitamos ayuda al presidente del Cabildo de Lanzarote, quien rápidamente consiguió que la empresa gestora del agua de la isla, Canal Gestión Lanzarote, nos facilitara una bomba mejor. Seis días después, aprovechando una tregua del temporal de viento y mar, se volvió a llevar el tan preciado líquido a su destino.
Puede parecer que ocho mil litros son una gran cantidad, pero el nivel del agua sólo logró subir unos centímetros y el aporte no durará mucho tiempo, debido a la evaporación, por lo que tendremos que intentar repetir la operación en las próximas semanas.
Con este gesto conseguimos proporcionar agua a las aves suficiente para unas semanas y, a la vez, demostrar que una tarea que se antojaba imposible para muchos, era finalmente conseguida gracias a la ayuda de gente comprometida con la conservación de este espacio natural único en Canarias.
Nuestro más sincero agradecimiento por su apoyo a:
- Pedro San Ginés, Presidente del Exmo. Cabildo de Lanzarote.
- Alicia Páez, consejera delegada de La Graciosa.
- El pueblo de La Graciosa.
- Jorge Cáceres, coordinador de medios reserva marina de La Graciosa.
- Canal Gestión Lanzarote.