Aunque probablemente ésta sea una más de las muchas actitudes "políticamente incorrectas" que se me han atribuido en mi ya no tan corta carrera política, lo cierto es que me siento en la necesidad de hacer alguna ...
Aunque probablemente ésta sea una más de las muchas actitudes "políticamente incorrectas" que se me han atribuido en mi ya no tan corta carrera política, lo cierto es que me siento en la necesidad de hacer alguna precisiones acerca de cuál es mi sueldo y cuántos los asesores de que realmente dispongo como presidente.
Lo primero que he de admitir es que no sólo no puedo tener ninguna queja, sino que en los tiempos que corren me siento un verdadero privilegiado por mi sueldo, aunque el privilegio no es tanto por su importe ?que también? sino por el honor que supone para un conejero que ame a su tierra presidir el gobierno insular, y yo la amo tanto como el que más, como casi todos.
En segundo lugar, quiero dejar bien claro que si todos medimos cuál es nuestro sueldo en función de cuántos son los euros que nos ingresan en la cuenta a fin de mes, y que figuran en nuestra nómina como "líquido a percibir" -lo que entendemos por "salario neto"- y todos los medimos así, mi sueldo es de 3.714 ? al mes con dos pagas, una vez deducidas las aportaciones a la seguridad social, retenciones de I.R.P.F. etc., exactamente el mismo que venía percibiendo.
En tercer lugar, quiero informar a la opinión pública, que soy el primer presidente en la historia democrática del Cabildo de Lanzarote que, por decisión voluntaria renuncia a 12.000 ? anuales, y no gana una peseta/euro más que el trabajador mejor remunerado de la Corporación desde la adopción de ese acuerdo hace casi dos décadas, sin que ninguno de los que me han precedido ?ha habido muchos, como saben- hubiese renunciado antes a tal privilegio. Bien es verdad, que ninguno de ellos ganaba los más de 94.000 ? brutos que percibía mi inmediata antecesora en el cargo.
Dicho lo anterior, quiero igualmente aclarar, que si nunca antes había trascendido cuál era el sueldo del presidente, fue precisamente por esa renuncia voluntaria y porque además quise que en esta ocasión hubiera un nuevo acuerdo expreso del Pleno que determinase con precisión mi salario -cosa que tampoco ocurrió bajo los pasados mandatos- sentando así un precedente que aspira a evitar futuras tentaciones de recuperar aquel privilegio. Lo cierto, es que hasta que yo tuve el honor de ser presidente, el Pleno del Cabildo sólo fijaba el sueldo de los consejeros y personal de confianza, pero nunca el del presidente porque ya había un acuerdo adoptado -no sé en qué año del pasado siglo- en virtud del cual el sueldo del presidente siempre fue "una peseta más que el del trabajador mejor remunerado" primero , y "un euro más después", sin que nunca fuese necesario nuevo acuerdo, y de hecho nunca lo hubo en todos los presupuestos aprobados en que he sido consejero, razón por la cual nunca se habló del "sueldo del presidente".
Por último, quiero aclarar que es una falsedad informativa decir que tengo 15 asesores. La realidad es que tendré 5 asesores de la presidencia (3+2, nombrados a propuesta de CC y PP, respectivamente), el resto es cierto que son cargos de libre designación entre los que se incluyen las 5 secretarías de los grupos, entre otros. Es decir, que se me estarían computando como asesores propios, a la Secretaría de los grupos de la oposición de Alternativa Ciudadana, del PSOE y del PIL, además de las de CC y PP -todas ellas pagadas por la primera Corporación-, así como a los dos periodistas del Gabinete de Prensa, a la coordinadora de Publicidad que lleva de manera ininterrumpida varias legislaturas con distintos gobiernos, y a la secretaria de Vicepresidencia-primera, cuya figura creo mi antecesora en el cargo, además de al Jefe de Gabinete de la Presidencia.
Todo lo anterior podrá resultar más o menos excesivo según el prisma con que se mire, pero hay que contar las cosas como son, y así es como son.
*Pedro San Ginés, presidente del Cabildo de Lanzarote.
