"Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.".
Federico García Lorca
Muchos españoles piensan cándidamente que los racistas son los otros, quedando sorprendidos ante la sucia violencia étnica. Algunos de los últimos acontecimientos lamentables, han avivado la discusión sobre el problema payo-gitano, un problema que en nuestro país tiene una larga historia de más de cinco siglos.
En los últimos años el tema gitano es noticia frecuente, y con muy diversas valoraciones. Cuando existen delitos y reyertas entre gitanos, en la noticia automáticamente aparece el apelativo de raza gitana. A la vez, los mismos que dan ampliadas este tipo de noticias son los que denuncian la marginación social gitanay defienden su singular cultura. Todo ese mundo de señales, aunque contrapuestas en sus significaciones parciales y en sus actitudes de aprecio o desprecio, han logrado un efecto muy positivo en la opinión pública española, como es enfrentarnos ante una realidad tan evidente como la de que los gitanos existen y existirán entre nosotros, viven entre nosotros y son ciudadanos españoles como nosotros.
Casi el 50% de los gitanos españoles viven en Andalucía.Badajoz, Granada, Sevilla, Madridy Barcelona son las ciudades de mayor concentración de población gitana, que hoy supera el medio millón en toda España.
El factor fundamental de la marginación gitana -no el único- es su situación estructural de clase dentro del proceso productivo español;pero también y además, los gitanos son discriminados por su pertenencia a una etnia infravalorada: existe en la sociedad dominante y en la cultura española un petrificado repertorio de prejuicios y esterotipos contra los gitanos, que dificultan la convivencia, perpetúan la discriminación y refuerzan su situación marginal de clase.
Los gitanos han cambiado más en estas últimas décadas que en los anteriores cien años: de tratantes ambulantes de ganado han emigrado a las grandes ciudades, buscando nuevos nichos marginales de trabajo, como la chatarrería y la venta ambulante. Se acabó el carro y la tienda, y se asentaron en los cinturones de pobreza de las ciudades españolas conviviendo por primera vez en barrios payos-pobres y gitanos-pobres. Y esto nos facilita otra clave para comprender el conflicto. Si bien, sería pueril afirmar que los ricos españoles son vírgenes de racismo; solo tienen conflictos los que viven juntos; y los poderosos tienen formas más sutiles y eficaces de alejar a los presumiblemente molestos de las zonas residenciales.
Esta trama de explotación por clase, y discriminación secular por raza y etnia, engendra, como, resultado, el cuadro de la pobreza y marginación gitana: altos niveles de analfabetismo, chabolismo, escasa formación profesional, raquitismo infantil, corta vida, etc.
Los últimos estudios muestran cómo la imagen paya de los gitanos permanece como algo petrificado históricamente, con rasgos substancialmente similares a través de los siglos. Desde hace más de 500 años, a los gitanos se le ha categorizado como "extraños"y "diferentes"; y lo que es peor, se les ha negado el derecho a la diferencia. Postulándose una similar política social con las minorías étnicas, cuyo objetivo prioritario es incorporar esos grupos a la cultura y modo de vida de la sociedad dominante. Al comprobar que la minoría étnica era resistente a la fusión, ha nacido el nuevo paradigma del pluralismo cultural.
La Europa del presente, y más del futuro, será una Europa mestiza, y en esa dirección irá España. Nuestros niños yadolescentes deben aprender a vivir en un mundo pluricultural, con respecto a la diferencia étnico-racial. Y si no saben respetar la singularidad de la minoría gitana, no hay razones para pensar que sabrán conviviren la tolerancia con árabes, negros, polacos, filipinos, latinoamericanos y grupos de otras culturas, razas y religiones.
¡Ojalá que la celebración del Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial sirva para conocer y comprender mejor los mecanismos complejos de la intoleranciay del racismo con el fin de erradicarlos o disminuirlos, fomentando los valores de la solidaridady del respeto a la diferencia en una sociedad abierta, democrática y plural! Y como dijo el poeta granadino : "¡Oh ciudad de los gitanos! / ¿Quién te vio y no te recuerda? ".
Francisco Arias Solis