Se veía venir desde hace tiempo, pero la ruptura se ha consumado, y abre otra página negra en la convulsa legislatura que está a punto de llegar a su fin. La paciencia de los socios del Cabildo ha terminado de agotarse, y unos y ...
Se veía venir desde hace tiempo, pero la ruptura se ha consumado, y abre otra página negra en la convulsa legislatura que está a punto de llegar a su fin. La paciencia de los socios del Cabildo ha terminado de agotarse, y unos y otros han ido aportando sus granitos de arena para llegar hasta este punto. Al final, el paso decisivo lo ha dado el Partido Socialista, aunque basándose en la decisión de la presidenta del Cabildo de cesar a Miguel González, y también en esa rueda de prensa en la que tanto Inés Rojas como Isabel Déniz y Mario Pérez cargaron contra el PSOE, acusándole de estar trasladando sus problemas internos al pacto y a las instituciones. Algo que, en mayor o menor medida, han hecho casi todos desde las últimas elecciones.
De hecho, si por algo se han caracterizado estos últimos años es por las crisis políticas. Y no sólo dentro de los diversos grupos de gobierno que se han ido formando, sino sobre todo por las crisis internas de los partidos, que en definitiva son las que se han trasladado a las instituciones.
Primero empezó Coalición Canaria, con una fuerte división que terminó con la salida del PNL de Juan Carlos Becerra. Después tomó el relevo el PIL, y lo hizo a lo grande, porque ese cisma ha transformado el panorama político insular. Posteriormente, el Partido Popular no quiso ser menos y todavía arrastra las consecuencias de la salida de Alejandro Díaz de la presidencia insular y de la creación de esa gestora que aún se mantiene. También ha tenido y sigue teniendo sus crisis Alternativa Ciudadana, aunque de un modo más silencioso, y ahora le ha tocado el turno al Partido Socialista.
Y al igual que hicieron otros con ellos en su momento, ahora Coalición Canaria, unida ya a la fugaz ApL, decidió meter el dedo en la llaga de su socio, pidiéndole "cordura" y poniendo de relieve las diferencias que mantiene el PSOE, por ejemplo, con respecto al Plan General de Arrecife. El mismo plan que hace más de dos años también enfrentó al PIL, cuando Isabel Déniz todavía militaba en sus filas y tuvo que escuchar cómo Dimas Martín lo criticaba abiertamente.
Ahora, las posturas encontradas están en el seno de los socialistas, y mientras la concejal de Urbanismo, Nuria Cabrera, defiende la necesidad de que este Plan se apruebe con urgencia, el candidato socialista en este municipio para las próximas elecciones afirma sin tapujos que el documento le produce "sarpullidos".
Y acostumbrados a que sus socios no pierdan oportunidad de intentar dejarles en evidencia, desde Coalición Canaria decidieron saltar a la arena y aprovechar al máximo estas diferencias internas del PSOE, máxime cuando casi todas las encuestas dan a los socialistas como ganadores en las próximas elecciones. Y es que por si entre ambas formaciones hubiera pocas diferencias, el hecho de que vayan a ser los dos rivales más directos en los próximos comicios había convertido el pacto en una auténtica misión imposible.
Y si CC sacó partido al difícil momento de los socialistas, agudizado en la última semana con el enfrentamiento abierto entre el secretario general del PSOE en Lanzarote, Manuel Fajardo, y el presidente de la Comisión Local del Partido en Arrecife, Miguel Ángel Leal, el PSOE tampoco se quedó atrás, y calificó al presidente de Coalición Canaria, Mario Pérez, de "agente 007", y a María Isabel Déniz y a Inés Rojas de "Chicas Bond". El escrito lo firmaba el secretario de Comunicación del Partido Socialista, Miguel González, y pocas horas después eso le costaba su cargo como consejero de Educación y Cultura del Cabildo.
Fue la gota que colmó el vaso para Coalición Canaria y para Inés Rojas, que el jueves cesó a González acusándole de haber atentando contra "los valores de esta sociedad", por usar un supuesto tono machista en este escrito. Aunque lo cierto es que ésa es sólo la excusa formal para el inicio de una ruptura anunciada, entre dos socios que han tenido problemas desde el primer día, y que lo único que han hecho es ir en aumento. Al cierre de esta edición, los socialistas anunciaban oficialmente que abandonaban el Grupo de Gobierno, y lo hacían despachándose a conciencia con los que hasta ahora habían sido sus socios. Así, se cerraba por fin el último capítulo de esta larga película de espías, agentes secretos y ciencia ficción. Aunque con la que está cayendo en el PSOE, quizá ahora comience otra nueva.
