El fin del culebrón de Arnáiz

Tanto fue el cántaro a la fuente, que al final se rompió. El Gobierno de Canarias anunció este miércoles la destitución del presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, José Manuel Arnáiz Bra, y el posterior nombramiento ...

25 de octubre de 2005 (23:07 CET)

Tanto fue el cántaro a la fuente, que al final se rompió. El Gobierno de Canarias anunció este miércoles la destitución del presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, José Manuel Arnáiz Bra, y el posterior nombramiento ...

Tanto fue el cántaro a la fuente, que al final se rompió. El Gobierno de Canarias anunció este miércoles la destitución del presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, José Manuel Arnáiz Bra, y el posterior nombramiento de Emilio Mayoral Fernández, ex alcalde socialista de la capital grancanaria y actual miembro del Consejo de Administración de la entidad pública, como su sustituto. El portavoz del Gobierno de Canarias, Antonio Castro, atribuyó la sustitución de Arnáiz por Mayoral al frente de Puertos de Las Palmas al acuerdo alcanzado el pasado sábado entre Coalición Canaria (CC) y el Partido Socialista (PSC-PSOE) sobre las estrategias portuarias. "El Gobierno tiene un acuerdo con el PSOE y sobre los acuerdos que se pidió pactar hay que pactar", dijo el también titular autonómico de Infraestructuras, Transporte y Vivienda tras la reunión del Consejo de Gobierno en una noticia que seguramente abrirá las portadas de los principales medios de esta parte del Archipiélago.

Como ya ha venido informando este diario, el relevo de Arnáiz al frente del puerto, lo que desde luego en poco o en nada afecta al tradicional aislamiento al que se ha sometido en los últimos años al puerto de Arrecife, había sido adelantada en tiempo y forma, desde el mismo momento en el que CC y Partido Popular (PP) decidieron terminar con el matrimonio bien avenido que habían mantenido en los últimos años. Lo curioso del caso es que en el polémico y estrambótico pleno del Consejo de Administración en el que se rechazó el proyecto de la Gran Marina, el del istmo de Santa Catalina, fue Arnáiz el que dejó con tres palmos de narices a su teórico jefe de filas, José Manuel Soria, provocando una primera reacción airada de este que pareció desembocar en la ruptura definitiva de relaciones. Luego todo se medio arregló, y al final el señor Soria salió en defensa del hasta ahora presidente de los Puertos de esta parte del Archipiélago, acusando a los socialistas de provocar el relevo por sus problemas para colocar a tanto político desocupado.

Insistimos en que en Lanzarote nadie va a echar de menos a José Manuel Arnáiz. Sus visitas a la Isla han sido escasas, su trabajo para recuperar parte de la deuda histórica con el puerto de Arrecife prácticamente inexistente, y encima provocó en el último minuto de su partido un problema con los estibadores del puerto al negarse a pagar la subvención que reciben las guaguas que transportan a los turistas que llegan en los pobres cruceros que apenas caben en nuestro minúsculo muelle.

El segundo tiempo del nombramiento de su sustituto también tiene que ver con Lanzarote. No sabemos que habrán dicho a estas horas los socialistas majoreros, pero sí que sabemos que los socialistas lanzaroteños están que echan humo. La razón es obvia, en su partido no han tenido la delicadeza de consultar la propuesta de Emilio Mayoral. Ni se les pasó por la cabeza que los socialistas lanzaroteños o majoreros podrían tener a un buen candidato para dirigir los puertos de la provincia de Las Palmas. Sabemos, nos consta, que en la próxima Ejecutiva regional Manuel Fajardo se lo va a reprochar a Juan Carlos Alemán, suponemos que con el apoyo de Fuerteventura.

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