El 0,7% y los inmigrantes

He quedado gratamente sorprendido con los medios de comunicación porque han mostrando el lado humano de la tragedia de los inmigrantes en Ceuta y Melilla, puesto que se han acercado a los personajes en lugar de distanciarse fríamente. ...

17 de octubre de 2005 (12:47 CET)

He quedado gratamente sorprendido con los medios de comunicación porque han mostrando el lado humano de la tragedia de los inmigrantes en Ceuta y Melilla, puesto que se han acercado a los personajes en lugar de distanciarse fríamente. En cambio me ha parecido patético el cruce de culpas sobre la autoría de los asesinatos. Ahora lo más importante no es tanto quien ha disparado, sino el hecho de que hay personas muertas. ¿Cómo es que hay gente lo suficiente desesperada como para jugarse la vida ante de una policía y un ejército que construyen vallas, apalean y disparan a matar? Creo que los medios de comunicación lo tienen que redondear hablando de las soluciones a largo plazo: Ya hace 34 años que occidente se comprometió en la ONU a destinar el 0,7% del PIB para compensar las desigualdades económicas mundiales.

Cosa que no se tendría que ver como una ayuda hacia aquellos países sino como una reparación de la expoliación a la qué se los sometió. Si desde entonces se hubiera llegado al 0,7%, ahora en lugar de haber millones de personas que tienen que emigrar por necesidad, sólo estarían viniendo las personas que quisieran conocer nuestros países. El gobierno actual ha subido del 0,32 al 0,33% del PIB.

Estamos comprobando que es muy grave que se esté retrasando el cumplimiento del compromiso adquirido por el PSOE el 1994, cuando se le exigió con acampadas por todo el país, y se excusarán diciendo que el 0,7 tendrá que ser más adelante, en cambio ¡sí han podido subir el 4,2% de los gastos militares! Pero esto no es todo: no sólo no asumimos esta reparación histórica (por el colonialismo, por el esclavismo y por la expoliación) en forma de cooperación, sino que estamos acentuando los problemas (deuda externa, imposiciones neoliberales del BM, el FMI y la OMC y agresivas multinacionales sin escrúpulos buscando beneficios a corto plazo).

Jordi Oriola Folch

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