Dilema moral sobre la extracción del petróleo

Por Luis Rego Se ha dicho de todo sobre el asunto del petróleo:Que el turismo es radicalmente incompatible con el petróleo.Que si las aguas son canarias y Canarias decide. Vaya, lo mismo que decía Soria, cuando estaba con ...

14 de marzo de 2012 (12:09 CET)
Por Luis Rego
Se ha dicho de todo sobre el asunto del petróleo:Que el turismo es radicalmente incompatible con el petróleo.Que si las aguas son canarias y Canarias decide. Vaya, lo mismo que decía Soria, cuando estaba con ...

Se ha dicho de todo sobre el asunto del petróleo:

Que el turismo es radicalmente incompatible con el petróleo.

Que si las aguas son canarias y Canarias decide. Vaya, lo mismo que decía Soria, cuando estaba con Paulino.

Que si la mediana para arriba y mediana para abajo. Pero nada de los acuerdos tripartitos de Madrid.

Que si no lo sacamos nosotros, lo harán los marroquíes, en sus propias aguas jurisdiccionales, excepto las 12 millas propias.

Que si producirá beneficios económicos y trabajo para Canarias.

Que si la opción Canaria, si fuésemos lo que hoy no somos, es decir un Estado Archipielágico.

Hasta hemos visto y oído al mismísimo general jefe del Ejército en Canarias, César Muro, hablar sobre seguridad nacional y zonas calientes.

Hasta Wally ha reaparecido, pero seguimos sin ver, oír, leer ni actuar a El Guincho.

Hemos visto al ministro canario de turismo por Argentina, comiendo en el Ritz y excesiva y grotescamente de la mano de Repsol-Ypf.

Hemos comprobado cómo Asolan ahora no protesta, al menos de la forma que cabría esperar de ellos, que sí viven del turismo.

Pero sin duda al que primero y mejor hemos visto ha sido al presidente del Cabildo de Fuerteventura, Mario Cabrera. Le felicito por ello.

Y sin duda a los que no hemos visto, ha sido al Partido Popular en los órganos de decisión pública, al menos no en Lanzarote.

Por último se ha escuchado en los medios que el Señor Brufau ha podido ofrecer al Señor Paulino una parte porcentual de negocio previsible, a cambio de retirar recursos y reclamaciones.

Y desde luego que lo mejor y lo peor estará por venir. La próxima cita para vernos todos es el día 24. Allí estaremos, deberemos estar todos los que aquí vivimos, la sociedad civil, organizada o no, o lo que quede de ella, después de su neutralización por la irrupción política del descalabrado binomio alternativo.

Debemos, porque sencilla y llanamente se está decidiendo nuestro futuro. No hacen falta más razones.

De lo anterior tengo for-deformada opinión, ya que con pasquines y propaganda cabildicia y sin una Ley de Transparencia de acceso a La Información (saluditos PSOE y PP), a mal puerto vamos. Al menos tenemos la Red fuera de control.

Pero, y éste es el quid de la cuestión. El problema que me preocupa y no he solucionado es de tipo moral, en mi caso.

Me agradó oírle decir al Señor Jaime Puig, en el primer manifiesto, aquello de la intrínseca suciedad del negocio del turismo y pensé, no soy el único.

Y es que nuestra huella ecológica y a 9 kilómetros de altura, donde es prácticamente imposible que La Naturaleza neutralice o absorba nada del dióxido de carbono, contribuyendo y de qué manera, al cambio climático, a no ser que el Nobel al IPCC sea otra estafa más, Señor Carlos Espino.

Y total por el mal negocio del ocio, ya que Canarias está en los furgones de cola de España en renta per cápita.

Es por lo que para mí, el día 24 supondrá una extraña sensación, asistiré con esa contradicción interior. El hecho de pretender tener nuestra casa limpita, al tiempo que cagamos la de todos y por 4 cochinos duros, hablando mal y pronto.

No obstante allí estaré, allí estaremos todos. Todos menos tú.

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