Canarias es una comunidad autónoma de más de dos millones de habitantes, con una densidad superior a la media española, que recibe todos los años miles y miles de inmigrantes irregulares ante la pasividad del Gobierno socialista de ...
Canarias es una comunidad autónoma de más de dos millones de habitantes, con una densidad superior a la media española, que recibe todos los años miles y miles de inmigrantes irregulares ante la pasividad del Gobierno socialista de Zapatero.
El drama humano de la llegada de inmigrantes indocumentados en pateras y cayucos es un problema común de España y de Europa.Las competencias en extranjería e inmigración no son de Canarias y, sin embargo, los canarios somos el pueblo que más centros de internamiento ofrece para atender este aluvión humano, prueba inequívoca de nuestra solidaridad.
Por ello no se entiende bien la conducta pública del PSOE, que aboga por la apertura de un nuevo centro de internamiento en la isla de Lanzarote, cuando lo razonable sería que todos en Canarias reivindicamos ante Madrid una política justa de distribución de los centros de internamiento más homogénea en todo el territorio nacional, de forma que un problema que es de todos sea atendido por todos.
Pero lamentablemente Zapatero está proyectando la creación de más centros de internamiento en Canarias, por lo que cabe preguntarse si lo que pretende el PSOE es que Canarias se convierta en un inmenso albergue de inmigrantes irregulares.
Cuando el Partido Popular recuerda que Lanzarote ya tiene un centro penitenciario, lo hace para evidenciar el carácter solidario de nuestra isla.En modo alguno, tal y como nos han acusado los socialistas, por distinguir distintas clases entre mismos ciudadanos.Tal acusación es inadmisible.
Asimismo los socialistas, carentes de otros argumentos y desesperados ante la ineficacia de su política inmigratoria, han utilizado torticeramente el uso que hemos hecho de Lanzarote como Reserva Mundial de la Biosfera.Han tenido la desfachatez de interpretar que hemos utilizado este reconocimiento internacional de la Unesco para defender que el proyectado centro de internamiento de extranjeros daña la imagen pública de la isla.
Nuestra posición es clara. Siendo Lanzarote Reserva Mundial de la Biosfera lo que debemos hacer todos es proteger el suelo y no consumirlo cuando ese centro de internamiento de extranjeros bien podría establecerse, como antes indiqué, en multitud de municipios de nuestro país.
Hubo mucho desconcierto entre los socialistas cuando el alcalde de San Bartolomé y diputado regional socialista, Marcial Martín, se negó a la instalación del centro de internamiento en su municipio, en línea con lo que defiende el Partido Popular. Pero el desconcierto fue aún mayor cuando se cuestionó el acuerdo de los socialistas en Lanzarote con el PIL en Teguise para ubicar en ese municipio el centro de internamiento.
Con independencia de ello, el Partido Popular sí defiende la creación de un Centro de Tránsito de Extranjeros que pueda atender dignamente a los que padecen este drama hasta que la Justicia determine el traslado a centros de internamiento existentes en Canarias o fuera de Canarias.
Todavía estamos padeciendo el efecto llamada de la regularización masiva decretado en la última legislatura por el Gobierno Zapatero, que ha merecido incluso las críticas de la Unión Europea.Estamos padeciendo la paupérrima política de repatriaciones con la que ha gestionado el Gobierno socialista uno de los mayores dramas humanitarios de la historia reciente de España.Sirva como ejemplo las más de 121.000 repatriaciones efectuadas en el 2004 frente a las menos de 60.000 efectuadas en el 2007, siendo ambos años incomparables en cuanto a llegada de cayucos y pateras.Estamos padeciendo, en definitiva, una política exterior lesiva para los intereses de España y que claramente afecta negativamente a los intereses de Canarias.
En consecuencia, calificar de xenófobo y clasista al Partido Popular por rechazarla implantación de un Centro de Internamiento de Extranjeros en Lanzarote es una cortina del humo.
Eso es lo que ha hecho el Partido Socialista, generar una cortina de humo para disimular la caótica política de inmigración que ha aplicado en España en los últimos años,Se trata de una defensa sin argumentos, una defensa desesperada atacando a quien propone cordura y sensatez ante una gestión nefasta.
Lo deseable en política sería apoyar lo razonable y no huir hacia delante alocadamente, dando codazos y quedando en evidencia como lo ha hecho el PSOE en el Parlamento de Canarias.