Contra la extravagancia, valentía

Las formaciones políticas, organizaciones condenadas a avatares de distinto signo y dotadas de un nivel de complejidad que, en la mayoría de las ocasiones, produce hastío a los espectadores externos, se ven obligadas a cambiar ...

9 de junio de 2008 (17:31 CET)

Las formaciones políticas, organizaciones condenadas a avatares de distinto signo y dotadas de un nivel de complejidad que, en la mayoría de las ocasiones, produce hastío a los espectadores externos, se ven obligadas a cambiar ...

Las formaciones políticas, organizaciones condenadas a avatares de distinto signo y dotadas de un nivel de complejidad que, en la mayoría de las ocasiones, produce hastío a los espectadores externos, se ven obligadas a cambiar su rumbo cuando estiman que hay pruebas evidentes que así lo aconsejan. Pero un partido político es algo más que una organización sustentada por un nutrido grupo de afiliados. Un partido político ha de ser el reflejo de decenas de miles de voluntades; un depósito de confianza que, en caso alguno, puede resquebrajarse por caprichos individuales de quienes, bajo el manto del partido, se apresuran a sugerir cambios caprichosos que no cuentan con el respaldo de la organización. Cuando uno padece una enfermedad crónica intenta mejorar su calidad de vida siguiendo los consejos del facultativo, aplicándose una disciplina que no admite concesiones. La solución nunca será mercadear con la patología. En resumen, las revoluciones en el seno de los partidos, dejando de lado su intensidad, deben ampararse en una reflexión meditada, un diagnóstico profundo y un trazado de actuación realista y en consonancia con lo que se ha sido, se es y se pretende ser. Todo lo demás resulta extravagante.

Coalición Canaria entiende la canariedad como el sentimiento de pertenencia a un Pueblo singular que tiene una cultura propia y una forma peculiar de entender la vida y las relaciones humanas y de relacionarse con su entorno y que aspira a un profundo autogobierno. Un concepto de canariedad que se sustenta sobre dos de los componentes de mayor trascendencia para nuestro argumento ideológico: el Hecho Diferencial y la Identidad Nacional Canaria; expresiones con las que, a un mismo tiempo, se describen los aspectos objetivos y subjetivos que definen nuestra personalidad como Pueblo.

Los nacionalistas canarios hemos sido reconocidos como fuerza nacionalista en el ámbito estatal, con responsabilidad y respeto al Estado de Derecho, pero firmes y consecuentes en nuestras reivindicaciones. Nuestro nacionalismo es constitucional porque se puede ser nacionalista dentro del Estado español y la Unión Europea, contribuyendo a su gobernabilidad y estabilidad, pero reivindicativo porque no renunciamos de antemano, en ejercicio de los derechos del Pueblo canario y en defensa de sus legítimos intereses, a nuevas vías de relación con el Estado y a mayores espacios de decisión propia.

Sin embargo, puede resultar apetecible, porque siempre hay alguien dispuesto a echarle un bocado a un manjar exótico, una línea argumental que difiera de lo congresualmente aceptado. Unas cuantas declaraciones ambiguas, un reguero de columnas que adivinan intenciones que se encuentran más cerca de la nigromancia que de lo terrenal, un debate anacrónico que quizás alguien pretenda que asuste?sólo ruido. Nosotros sí sabemos donde estamos.

Por ello, insistimos en que dado que nuestro marco de actuación se inscribe en los dictados de la Constitución Española y el actual Estatuto de Autonomía, las reivindicaciones soberanistas que se puedan hacer son realizadas a título individual, pues no hay ponencia o documento del partido que así lo determine. Mi admirado Victoriano Ríos señalaba en un reciente artículo que "el proyecto nacionalista de Coalición Canaria ha venido siendo de lenta maduración, pero con plena vocación europeísta, y debe estar a salvo de veleidades oportunistas, delirios de grandeza, pleitos insulares y personales, y ambiciones caducas que confundan a los ciudadanos". Así las cosas, perfectamente definida nuestra hoja de ruta, aquellos que opten por cambiar nuestro marco ideológico, que bajen a la arena y dejen de lado declaraciones ampulosas. Lo tienen muy fácil quienes apuestan por desvaríos soberanistas: articulen la enmienda correspondiente con objeto del debate que se desarrollará en el IV Congreso, sométase a votación y, luego, con total certeza, observaremos como ésta será derrotada. Contra la extravagancia, valentía.

José Torres Stinga.

Presidente de Coalición Canaria.

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