El 9 de octubre de 2009, Canarias conoció una magnífica noticia. Se celebraba un Consejo de Ministros en Las Palmas de Gran Canaria y se anunciaba que el Gobierno de España había aprobado el Plan Canarias. El formato del anuncio fue ...
El 9 de octubre de 2009, Canarias conoció una magnífica noticia. Se celebraba un Consejo de Ministros en Las Palmas de Gran Canaria y se anunciaba que el Gobierno de España había aprobado el Plan Canarias. El formato del anuncio fue una rueda de prensa conjunta de los presidentes de los gobiernos de España y de Canarias. La reacción de todos los partidos políticos y de la sociedad en general fue de satisfacción por la sensibilidad demostrada.
En febrero de 2007, el Wall Street Journal advierte sobre el peligro de las hipotecas subprime y de los fondos flexibles o hedge fund. En abril de ese mismo año, el FMI dispara todas las alarmas. El 9 de agosto de 2007 comienza el desplome internacional del sistema bursátil. Había comenzado la crisis financiera mundial. Pero 6 meses después, en plena campaña de las generales de 2008, Mariano Rajoy y Manuel Pizarro, que ya sostenían que España debía prepararse para la crisis, se encontraron con que los de la champions league les acusaban de antipatriotas mientras aseguraban el superar a Francia en renta per cápita.
Hecha esta brevísima cronología, al objeto de contextualizar, el anuncio del Plan Canarias era, cuando menos, sorprendente. A finales de 2009, inmersos como estábamos en una economía de urgencia nacional, resultaba inaudito aquel alarde. Aunque la sorpresa no mermaba el lógico agradecimiento debido.
Y llegó la aprobación del Presupuesto General de Canarias 2010. Pero en el capítulo de Ingresos no vimos los 2.500 millones de euros adicionales que le correspondían a Canarias en virtud del Plan anunciado 2 meses antes. Únicamente vimos 43 millones.
Y llegó la aprobación del Presupuesto General de Canarias 2011. Pero en el capítulo de Ingresos tampoco vimos los 4.957 millones de euros que el Estado debía haber consignado para Canarias. Por el contrario, lo que vimos fue un sablazo del Estado como no se veía en ninguna otra Comunidad Autónoma.
Nos han mentido y esa mentira duele porque han abusado de nuestra buena fe. Generaron agradecimiento en nuestro pueblo mientras conocían el seguro incumplimiento de lo prometido. Y si no lo sabían, la ineptitud cobra una dimensión que igualmente justifica nuestra actual indignación.
No podemos olvidar el papel de Coalición Canaria en esta penosa historia. La autodenominada y autoexcluyente voz de Canarias, ¡habrase visto peor conducta antidemocrática que la exclusión!, abrazaba al Gobierno de España mientras en Canarias éramos engañados por el presidente y el vicepresidente socialista.
CC ha apoyado los Presupuestos Generales del Estado del año 2010 y del año 2011, aquellos Presupuestos que han demostrado una falta intolerable de respeto para con el Pueblo Canario. Esta falacia ha ido muy lejos. Tan lejos que los mentirosos ya no pueden volver a tener credibilidad.
Y lejos de pedir perdón, PSOE y CC se pasean entre nosotros prometiendo futuro.
