Carta abierta para Dimas Martín

Por Bruno Perera No siento ninguna admiración por usted, y menos pena porque se halle en la cárcel. Creo que está donde la Ley bien lo puso. Desde hace años ha intervenido usted en los asuntos políticos de Lanzarote como un ...

4 de octubre de 2009 (18:59 CET)
Por Bruno Perera
No siento ninguna admiración por usted, y menos pena porque se halle en la cárcel. Creo que está donde la Ley bien lo puso. Desde hace años ha intervenido usted en los asuntos políticos de Lanzarote como un ...

No siento ninguna admiración por usted, y menos pena porque se halle en la cárcel. Creo que está donde la Ley bien lo puso.

Desde hace años ha intervenido usted en los asuntos políticos de Lanzarote como un alcapones, dirigiendo los hilos del tinglado político desde fuera y dentro del presidio, como si con marionetas jugara. Ha sembrado la corrupción por doquier, y ha enseñado a otros seguir sus malos hábitos. Buen maestro ha sido, ni el diablo lo hubiera hecho mejor.

Ahora que está casi en la bancarrota política, intenta otro golpe de estado-isla, para garantizar su porvenir, el de sus seguidores y el de su prole, sin importarle el futuro económico de la isla.

Le pregunto: ¿De quién heredó usted esa maldad que refleja en cada acción que ejecuta?

A usted con la ayuda de empresarios corruptos y medios de comunicación de la misma calaña, lo eligieron poco a poco, casi rey de Lanzarote, pero usted todo eso lo tiró por tierra con su maldita ambición.

Ahora se halla en un cuarto oscuro pagando sus errores, y todavía le queda gana de seguir jodiendo a la isla.

Los ciudadanos recuerdan de usted sólo las malas costumbres que sembró en la política, y a cuantos hizo maestros especialistas enprevaricación, malversación de fondos públicos, cobro decomisiones ilegales, etc.

Creo que ya le llegó la hora de dejar al pueblo tranquilo para que siga adelante; por ello le aconsejo que disuelva al P.I.L., y usted mientras está ahí, dedíquese a estudiar alguna religión o filosofía. ¡Uf¡ creo que eso de una religión mejor lo olvidamos, porque quizás le da por inventarse un partido con una nueva religión, con lo que nos iría peor. ¡No, no, nada de religión! Mejor sólo filosofía.

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