Que la pandemia ha marcado la gestión de todas las instituciones durante el presente mandato es un hecho constatable. Que los ayuntamientos han llevado sobre sus hombros y con recursos propios el peso asistencial en primera instancia también es una realidad incontestable. Y que las corporaciones locales han demostrado una vez más estar a la altura, estar cerca y dar respuesta a las necesidades de los vecinos dentro de sus posibilidades, también.
Es el caso de los más de 8.000 ayuntamientos de nuestro país y Arrecife no es una excepción. Con honestidad creo que el gobierno de la capital, con Ástrid Pérez a la cabeza, ha estado a la altura de las circunstancias dando prioridad a la atención social como primera acción de gobierno. Cierto es que habrá quien diga, por la naturaleza de algunos casos concretos, que no fue suficiente pero sinceramente creo que la labor realizada por todos los que integran el departamento de Servicios Sociales fue ciertamente sobresaliente en los meses más duros de esta pandemia. Fue y sigue siendo, porque el trabajo va a continuar en esta nueva fase que también se prevé muy difícil.
Sin embargo no sería justo si no pusiera en valor la dedicación y el trabajo conjunto que realizaron todas las áreas del gobierno y el esfuerzo que hizo el conjunto de la plantilla del ayuntamiento. Desde aquí mi reconocimiento a todos ellos.
Y también desde estas líneas quiero destacar la gestión que han desarrollado mis compañeros del Partido Popular en sus respectivas responsabilidades de gobierno y dar algunas pinceladas de los avances que se han producido durante este tiempo en la ciudad.
Así debemos recordar que el de Arrecife fue uno de los primeros ayuntamientos de la isla en instalar la cita previa en el departamento de Servicios Sociales, aprobar un plan de emergencia para ayudar a las familias vulnerables, otorgar subvenciones de hasta seis meses para el pago de hipotecas y reforzar este departamento con la contratación de 14 nuevos profesionales.
Otra llínea estratégica, que está ayudando a convertir Arrecife en una ciudad más habitable, es el refuerzo de la limpieza de la ciudad con la puesta en marcha de campañas de sensibilización ciudadana, en coordinación con Urbaser, así como con la eliminación de escombreras ilegales (imponiendo sanciones por verter en lugares no autorizados), o la apertura del punto limpio los siete días de la semana. Del mismo modo, se han eliminado barreras arquitectónicas y hecho más accesibles y seguros hasta casi una veintena de pasos para peatones.
Positivo también ha sido la recuperación de la bandera azul para El Reducto, que además se ha convertido en la primera playa de Lanzarote en contar con el plan de seguridad y salvamento exigido por el Gobierno. Precisamente, en un empeño por mejorar las normas de convivencia en el litoral, se ha aprobado una nueva ordenanza que permite garantizar un mantenimiento más sostenible de la marina de Arrecife, regulando la actividad de bañistas y propietarios de las embarcaciones.
Además de estas acciones, que inciden positivamente en la calidad de vida e imagen de la capital, no puedo dejar de aplaudir la agilidad impuesta a la concesión de hasta ocho licencias para la remodelación y adecuación de varios edificios con valor patrimonial, lo que supone un importante revulsivo para la dinamización económica delcentro urbano, así como varias licencias de obras en los diferentes barrios que ayudarán a la creación de nuevos puestos de trabajo. Empleo que también hemos podido facilitar temporalmente a través de los distintos convenios con el Servicio Canario de Empleo y que han hecho posible una nueva oportunidad para los parados de larga duración.
También ha sido destacado el esfuerzo que se ha hecho en cuanto al mantenimiento y puesta a punto de todos los colegios de infantil y primaria del municipio, las importantes mejoras llevadas a cabo en el cementerio de la ciudad, en el centro de protección animal, y la higienización y desinfección regular de todo el municipio.
Durante este mandato hemos dado pasos reseñables en cuanto a alumbrado eficiente y ahorro energético con la colocación de luminarias led en los barrios de San Francisco Javier, Titerroy, Altavista y Argana Alta, a los que sumaremos en los próximos meses el alumbrado en el Charco de San Ginés y en el Parque Marítimo. Esfuerzo que también estamos haciendo en materia de transportes con el refuerzo del servicio con cuatro nuevas guaguas y la reducción a 20 minutos de los tiempos de espera, especialmente en lo que respecta a la Línea 1. Además se trabaja a buen ritmo junto con el Cabildo para la aprobación definitiva del plan de movilidad Urbana Sostenible de Arrecife y en la estrategia Conurban Azul que fomenta la calidad urbana y la cohesión social de los municipios de San Bartolomé, Teguise y Arrecife.
Próximamente Arrecife licitará la modernización de 40 parques infantiles con un presupuesto de 2 millones de euros, 6 biosaludables y 9 más en los colegios de Infantil y Primaria, montados sobre suelo de caucho; además de otro de los proyectos que tomará forma en los próximos meses y que será la tan demandada y necesaria red semafórica con la que se mejorarán 206 semáforos de la capital. Un problema antiguo al que por fin pondremos solución.
Y no quiero terminar este esbozo del mandato sin referirme a la excelente noticia que ha supuesto para esta ciudad la licitación del proyecto para la construcción de las 200 viviendas sociales en Maneje tras la cesión de suelo que realizó el Ayuntamiento al Gobierno de Canarias. Compromiso cumplido de Astrid Pérez.
Éstas son tan solo algunas pinceladas de la gestión que durante estos dos años hemos realizado el equipo de seis concejales del Partido Popular liderados por la alcaldesa Ástrid Pérez. Creo que ya en el ecuador podemos afirmar que vamos por la senda correcta y que algunos de los cambios que reclama la ciudad comienzan a ser visibles para los ciudadanos. Son demasiados años de dejadez pero nuestro objetivo es claro: Activar Arrecife.
Roberto Herbón, concejal del Ayuntamiento de Arrecife y secretario ejecutivo de Política Local del PP de Lanzarote