¿Cuántas personas continúan actuando de forma individual? ¿Cuántas son las que comparten con sus semejantes lo que la vida les muestra? ¿Cuántas prefieren guardarse para si mismas lo que descubren y lo utilizan para su propio beneficio? ¿Cuántas dejan pasar la oportunidad de dar sin pedir nada a cambio? ¿Cuántas aspiran a alcanzar posición, poder, riquezas y bienestar? ¿Cuántas han olvidado tras el nacimiento que. todo está conectado. que. todo sale a la luz, que. esta vida es tan solo un tránsito, una escuela en la que venimos a experimentar, a sentir. a aportar todo aquello que nos ayuda a evolucionar, a continuar en este camino en el que. lo que haces tú. lo que hago yo. lo que hacen los demás. queda como legado? ¿Cuantas personas han olvidado tras el nacimiento que. tan solo el amor y la unión, que. tan solo lo que hacemos pensando en el bien común, en beneficiar a los demás, se revierte sobre todos y ayuda a que esta vida sea un lugar en el que convivir
en paz y armonía.? ¿Cuantas personas continúan viendo a sus semejantes como competidores? ¿Cuántas personas se aferran a un puesto de trabajo, a una posición, a un espejismo físico olvidando que. este tiempo que nos
corresponde vivir es precioso y valioso. que a la vida llegamos con un propósito? ¿Cuántas personas temen profundizar en su interior por miedo a ver lo que en realidad es su vida? ¿Cuántas personas han buceado en su alma, en su espíritu. encontrándose a si mismas, despertando ante lo que la vida les depara? ¿Cuántas personas han alcanzado ese nivel espiritual en el que
el amor y el respeto hacia el prójimo las impulsa a tender su mano y a abrir su corazón?
El mundo avanza. y con el. la vida, la conciencia. mientras tanto, multitud de almas, de espíritus. continúan viajando a través del tiempo, a través de multitud de dimensiones y de espacios infinitos. almas y espíritus inmersos en estados pasajeros desde los que experimentar y contemplar nuevas perspectivas. almas y espíritus como tú y como yo que. olvidan momentáneamente de dónde vienen y hacia dónde van para forjarse a si mismas, bebiendo constantemente de la fuente de la vida. una vida que es eterna, una vida que todo lo abarca. una vida sembrada de surcos en los que crece el fruto de las acciones y los pensamientos de quienes van y vienen constantemente. así tú y yo en este mundo físico. en este plano tridimensional. en esta prisión carnal desde la que vivimos experiencias que nos ayudan a comprender. que nos forjan a través de todo aquello que hacemos por los demás. ¿Cuántas almas continúan sumidas en el olvido alejados de su verdadera naturaleza. de su identidad espiritual? ¿Cuántas almas se mueven en este mundo creyendo que lo que ven sus ojos es la única realidad?
Tomás Morilla Massieu