Agua y turismo, nuestros motores

Por Juan Antonio de la Hoz Hace 60 años eran tiempos de posguerra en España y por ende, también en Canarias. Salíamos de una Guerra Civil (1936-39), que enfrentó a hermanos contra hermanos y familias contra familias, provocada por unos señores que no ...

12 de noviembre de 2012 (10:12 CET)
Por Juan Antonio de la Hoz
Hace 60 años eran tiempos de posguerra en España y por ende, también en Canarias. Salíamos de una Guerra Civil (1936-39), que enfrentó a hermanos contra hermanos y familias contra familias, provocada por unos señores que no ...

Hace 60 años eran tiempos de posguerra en España y por ende, también en Canarias. Salíamos de una Guerra Civil (1936-39), que enfrentó a hermanos contra hermanos y familias contra familias, provocada por unos señores que no respetaron la voluntad popular e impusieron su modelo político, social y económico por la fuerza, por las armas.

La toma de partido, por uno de los bandos en la Segunda Guerra Mundial (1939-45), de estos señores, produjo, asimismo, un bloqueo internacional por parte de los ganadores hacia España y Canarias también lo sufrió. Se instauró una economía de mercado autárquica que solamente aportó ruina y miseria para nuestro pueblo, además de aguantar un Régimen Franquista que supuso una castración política, cultural, social y mental para las nacionalidades de España por parte del NACIONALISMO ESPAÑOL de una España única e indivisible.

Hace 60 años en Lanzarote sólo había necesidades y calamidades. El agua era un bien escaso porque no llovía y sólo teníamos el agua que venía en barcos desde Gran Canaria y la Maretas del Estado, que eran insuficientes para dar abasto a la isla. En 1953 se tiende una tubería de conducción desde el Macizo de Famara hasta Arrecife. En 1964, a través de la empresa Termolanza, los hermanos Díaz Rijo instalan la primera potabilizadora de agua de Canarias y dan un vuelco a todos los sectores económicos insulares.

El Consorcio del Agua, en 1974, creado por los ayuntamientos y el Cabildo, e INALSA, en 1990, cambian el futuro de los lanzaroteños significando el desarrollo hidrológico de la isla y la mejora de la calidad de vida de sus ciudadanos. Comienza una nueva era tanto en el suministro hídrico como en el eléctrico, ya que en 1970 todos los municipios de la isla contaban con electricidad.

El primer motor que cambió nuestra isla fue el acceso de la población al agua, a la vida. Pero hubo un segundo motor que hizo que pasáramos de ser una isla donde nadie quería vivir(incluso alguien llegó a decir que lo mejor que se podía hacer era cerrar la isla y enviar a los conejeros a Gran Canaria), a ser un paraíso donde muchos quieren vivir y otros quieren visitar para disfrutar sus vacaciones.

En 1962 nace el primer Centro Turístico de Lanzarote, la Cueva de los Verdes, germen de los futuros Centros de Arte, Cultura y Turismo (CACTS ). El TURISMO generó empleo y riqueza para los lanzaroteños, convirtiéndose en la principal actividad económica de la isla. El isleño galopó de la esclavitud que suponía trabajar en el campo o de las condiciones durísimas de las faenas de la costa para subsistir, a una mejor calidad de vida: mejor comida, mejor empleo, mejor educación y cultura, menor esfuerzo físico...

En 20 años, desde 1991, los intereses políticos partidistas, la presión de intereses particulares o de grupos empresariales con nombres y apellidos destrozaron estos dos motores dejándolos en quiebra técnica. Convirtieron un modelo de futuro en una rémora para el pueblo lanzaroteño. Ahora tenemos que reorganizar de nuevo estos motores, ahora tenemos que construir otra vez el Lanzarote que todos queremos.

Aunque lo primero que debemos asumir es el rechazo frontal al modelo de ESPECULACIÓN Y CORRUPCIÓN de aquellos que vulneraron los principios éticos de nuestros antepasados. Y lo segundo, apartar de las responsabilidades públicas a los que arruinaron los motores económicos de nuestra isla.

Tras 20 años de despilfarros y empachos particulares, tenemos el desafío de volver a conectar dos mundos complementarios: lo que fuimos y lo que somos, para encaminar lo que podemos llegar a ser. Incorporar la resolución pacífica de los conflictos a la hora de plantear y solucionar los problemas comunes, con conocimiento y modernidad, y profundizando en los comportamientos democráticos. Pero también rescatando la sabiduría de nuestros abuelos y abuelas para afrontar las adversidades de hace 60 años: la escasez de agua y de suelo.

No es cuestión de volver atrás pero sí de conocer nuestro pasado para encauzar nuestro camino. El éxito de una comunidad que quiere un nuevo modelo de futuro está en la capacidad de convivir socialmente. Si queremos y tenemos claro que ese futuro es el DESARROLLO SOSTENIBLE no podemos estar en eternas luchas de desconfianzas, recelos y disputas. Debemos ser responsables y sumar esfuerzos, codo con codo, por Lanzarote, por nuestros hijos, por los hijos de ellos,.... Y como decían hace tiempo unos amigos, "para eso sirve una Reserva de la Biosfera ".

Sin embargo, obviando las discusiones y problemas internos que tendremos que solucionar entre nosotros, en el horizonte ha aparecido el NACIONALISMO ESPAÑOL, no con armas, dictaduras, bloqueos internacionales o economías autárquicas como en el pasado, sino con DECRETAZOS, imposiciones y presupuestos que ahogan nuestra economía, el empleo, el agua, el turismo, la vida,..., en forma de Plataformas Petrolíferas, eliminación de ayudas a las Energías Limpias, al agua, al empleo, al futuro,... Quieren que nuestro pueblo vuelva a los años 50, sin agua, sin turismo, sin nuestros motores económicos.

Y lo lamentable es que los sucursalistas del Gobierno Español en Canarias, nuestros compañeros del PP canario, no defienden Canarias, Lanzarote, como lo hacen sus homólogos en Valencia o Baleares. Se cuadran y obedecen.

Por Juan Antonio de la Hoz, consejero de Coalición Canaria en el Cabildo de Lanzarote

LO MAS LEÍDO