Los agentes de Inspección Pesquera son unos empleados públicos cuyas funciones son esenciales para la sociedad. Son estas:
-Formular las denuncias y levantar las correspondientes actas de infracción que procedan.
- Investigar las prácticas ilícitas dentro del ámbito de sus funciones.
-Trasladar aquellas denuncias que reciban o les sean formuladas por las cofradías y federaciones de pescadores y particulares, realizando las comprobaciones que sean oportunas.
- Informar y orientar a los pescadores y ciudadanos en general en relación con la normativa pesquera vigente.
-Cualesquiera otras que se determinen en relación con las competencias en materia de pesca, marisqueo, acuicultura, ordenación del sector pesquero y comercialización.
Este colectivo, a pesar de la importancia que tiene para Canarias, está injustamente olvidado por la Administración, ya que, entre otras cuestiones, carece de un reglamento sobre uniformes. Si no quieren pasar años con el mismo uniforme (calzado incluido), tienen que buscarse la vida y adquirirlos por su cuenta. En algunas ocasiones se llevan a cabo tallajes, pero pasa el tiempo y esa indumentaria laboral no llega.
Asimismo, en el parque automovilístico de estos funcionarios nos encontramos con vehículos de más de veinte años y sin aire acondicionado. Debe de ser nocivo para la salud el circular en esos coches en tiempos de calor, de calima y con mascarilla.
Por otro lado, si nos fijamos en el grupo 6 de la Estrategia de vacunación del ministerio de Sanidad, nos percatamos de que no aparecen estos funcionarios. Como si no existieran.
Ya va siendo hora de que se reconozca como se merece el trabajo del Cuerpo de Agentes de Inspección Pesquera.
Jesús Manuel Díaz Lorente. Delegado del CSIF
