El cambio de modelo energético es la misión de emergencia que nuestra generación se debe de cumplir cuanto antes y lo mejor posible. No se trata de una elección, es una obligación. Se necesita voluntad, unión y fuerza capaz de ...
El cambio de modelo energético es la misión de emergencia que nuestra generación se debe de cumplir cuanto antes y lo mejor posible. No se trata de una elección, es una obligación. Se necesita voluntad, unión y fuerza capaz de acabar con el retraso impuesto por la codicia de un poderoso sector de industriales, multinacionales, políticos, banqueros y accionista, beneficiados por la industria petrolera, contrarios a este cambio y dispuestos a todo para frenarlo hasta que no hayan consumido la última gota de "Oro Negro".
Esta fuente petrolera llega a su fin. Dejemos el poco petróleo que queda en la tierra donde cumple su función, consideremos con gravedad que el combustible fósil y su extracción es el gran responsable no solo de desastres medioambientales, tragedias humanas y criminales atentados a la fauna, sino también su quema es de la que más daña la capa de ozono, provocando el alarmante cambio climático.
Velar por el futuro de nuestras hijas e hijos es dejarles un proyecto ya desarrollado que les permita contar con la energía necesaria por un mundo sostenible y limpio en el que podrán cultivar sus alimentos, vestirse, cuidarse, trabajar, recrearse, desplazarse y fabricar desde un techo a zapatos, una bicicleta o un avión; dejar en herencia este cambio de modelo energético es ofrecerles un futuro de luz, energía eléctrica limpia, solar o eólica, inagotable, de la que serán ellos mismos productores y soberanos, una energía democrática de todos para todos, y retroceder por fin el cambio climático. ¿A que esperamos?"
*Por María Pilar Peláez Arasa, miembro de Verdes Lanzarote y de la Comisión insular contra las prospecciones petrolíferas y al favor de las energías limpias.
