14 de enero de 1975 - 14 de enero de 2011: ¿Qué ha cambiado?

Por Domingo Viera Hoy se cumplen 36 años. La tarde del 14 de enero de 1975 el alma, la voluntad y la ilusión de todo un pueblo, de muchos pueblos, de muchos aparceros y aparceras, trabajadores y trabajadoras de la enseñanza, vecinos y vecinas ...

17 de enero de 2011 (12:38 CET)
Actualizado el 15 de julio de 2020 (17:32 CET)
Por Domingo Viera
Hoy se cumplen 36 años. La tarde del 14 de enero de 1975 el alma, la voluntad y la ilusión de todo un pueblo, de muchos pueblos, de muchos aparceros y aparceras, trabajadores y trabajadoras de la enseñanza, vecinos y vecinas ...

Hoy se cumplen 36 años. La tarde del 14 de enero de 1975 el alma, la voluntad y la ilusión de todo un pueblo, de muchos pueblos, de muchos aparceros y aparceras, trabajadores y trabajadoras de la enseñanza, vecinos y vecinas sin afiliación política o sindical, personas comprometidas políticamente en defensa de los intereses de los trabajadores y del derecho a la enseñanza, cristianos cuya fe les ponía decididamente de parte de los explotados y empobrecidos? hartos de que las autoridades municipales de San Bartolomé de Tirajana hicieran oídos sordos a sus continuas demandas de una escuela para los niños y niñas del Matorral, decidieron, todos a una, caminar, bien unidos y apretados, desde el Castillo del Romeral hasta Juan Grande, cortar allí el tráfico y exigir la presencia del Alcalde y su compromiso de construir las escuelas necesarias.

Aún hoy se me erizan los pelos al recordar aquellos hechos. "¡Los hombres vayan por fuera, para reforzar la marcha! ¡Dentro, mujeres y niños, como un escuadrón en marcha! ¡No se separe ninguno, que, en el campo de batalla, es solamente la unión de los pueblos la que gana!", rezaba aquella cantata que narraba aquella historia.

Y, como siempre ha pasado en la historia de los pueblos que luchan por sus derechos, aparecieron los que, también desde siempre, han estado para reprimirlos y defender a los que mantienen el sistema de la represión."¡Dejen libre la calzada!, gritan los perros de caza. ¡Que nos traigan al alcalde!, responde del pueblo el alma. ¡Miren que les va a pesar", repetían sus palabras. ¡Que traigan pronto al Alcalde!, el pueblo les remedaba", continuaba diciendo la cantata.

Y llegó. Sudoroso y sin habla, pero llegó el alcalde. Y la voluntad decidida, la unidad forjada en el esfuerzo y en la lucha, la necesidad sentida de la educación de los niños y niñas y una convicción amasada de ilusión bien sostenida? consiguieron que aquella noche, en el templo de Juan Grande, se firmara el compromiso de construcción de las escuelas en el Matorral. Y se construyeeron. "Los aplausos resonaron a la entrada del Castillo. La alegría se notaba en los ojos de los niños, los jóvenes y mayores de nuestro pueblo sencillo. Y en el corazón de todos una luz iluminaba una certeza gozosa que nacía a la esperanza: es la fe de todo un pueblo la que vence, es la fe de todo un pueblo la que gana, la que hará de nuestro pueblo el gran pueblo del mañana", concluía la cantata.

¿Qué ha cambiado?

Hoy, en pocos meses y años, se nos ha ido arrebatando mucho de lo que entonces conseguimos unidos, con muchos esfuerzos personales y colectivos. Y nos lo están arrebatando las leyes que han ido aprobando aquellos a los que hemos ido eligiendo para que estén en las responsabilidades públicas sirviendo al interés colectivo, aquel interés por el que luchábamos.

Hoy volvemos a experimentar cómo muchas personas tienen que ir mendigando un trabajo precario casi por favor, por el salario que sea y durante el tiempo que haga falta. Entonces muchas familias aparceras terminaban la zafra quedando a deber a la empresa para pagar en la zafra siguiente. Sin derecho a una vivienda digna, sin agua ni luz en las cuarterías, sin calles dignas, sin transporte?

Hoy vemos cómo los que gobiernan están al servicio de lo que llaman "el mercado", que no son otros que los especuladores, las multinacionales, la banca?y cuyos voceros son los partidos de derechas y algunos socialdemócratas que se han plegado a sus dictados. Y que están utilizando los medios que controlan (t.v., radios, periódicos, publicidad, enseñanza, etc.) para engañarnos continuamente diciéndonos que el sistema de pensiones es insostenible, que son los trabajadores los que están llevando al país a la ruina y que, por ello, tienen que aceptar contratos basura, despidos leoninos, salarios de miseria, horarios prolongados, etc.?

¿Qué ha cambiado?

Necesitamos volver a aquella unión. Necesitamos aquella convicción, aquella ilusión colectiva, aquella solidaridad compartida. Necesitamos aquel trabajo de hormiga en las cuarterías, en cada centro de enseñanza, en cada centro de trabajo, en cada parroquia, en cada familia, en cada colectivo. Necesitamos, como en aquel 14 de enero, construir ese proyecto común en el que podamos caminar juntos por las necesidades de todos.

Como decía aquella cantata: "algún día un buen abuelo le contará a su nieto, acariciándole el pelo: cuando la gente del pueblo llegó a la carretera, se metieron todos juntos, como en una gran pelea con un terrible gigante que allí invisible estuviera."

Así es como hemos de responder hoy a esta grave agresión que se está haciendo contra los trabajadores y contra el pueblo en general. Ya no es invisible este terrible gigante. Sabemos todos quiénes son. Y, pronto, tenemos un medio colectivo de pelea: las elecciones. Elijamos a aquellas personas que puedan devolvernos las ganas de luchar, la ilusión por un proyecto colectivo que dignifique la vida.

Y aquella lucha del 14 de enero de 1975 y las miles de luchas que ha llevado a cabo el movimiento obrero y popular de Canarias y de todo el planeta a lo largo de muchos años tendrá de nuevo sentido hoy.

*Domingo Viera González, presidente del Colegio de Trabajadores Sociales.

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