Estos días se cumple un siglo de presencia socialista en el Parlamento español. En el mes de junio del año 1910 se escuchó por primera vez la voz de Pablo Iglesias en el hemiciclo del Congreso de los Diputados, único representante ...
Estos días se cumple un siglo de presencia socialista en el Parlamento español. En el mes de junio del año 1910 se escuchó por primera vez la voz de Pablo Iglesias en el hemiciclo del Congreso de los Diputados, único representante del PSOE en aquella legislatura, que habló para defender su condición de obrero y para reconocer desde las instituciones democráticas la valía de todos los trabajadores españoles. Desde aquel momento, los socialistas no han cesado en su presencia parlamentaria, siempre amplificando los valores de libertad, igualdad y solidaridad que forman parte del código genético de los socialistas de todo el mundo.
La historia del parlamentarismo español es convulsa: monarquías débiles que no creían en el papel de las Cortes Generales, dictaduras sanguinarias que se ensañaron con la democracia, gobiernos refractarios al debate en sede parlamentaria, etc. Sin embargo, los últimos treinta años han sido sin duda los mejores de nuestra historia. El retorno definitivo de la democracia, ejecutada por las cuatro décadas de terror franquista, ha supuesto gran vitalidad ciudadana y una explosión de libertades cívicas que han colocado a nuestro país en la vanguardia de los derechos civiles en todo el mundo. En todos estos avances, en la universalización del Estado de Bienestar, en la presencia de España en los principales foros internacionales, en el reconocimiento de nuestro país y de sus ciudadanos como uno de los más importantes del mundo, muchas organizaciones políticas y sociales han jugado un papel preponderante. Pero el PSOE ha sido absolutamente imprescindible para entender la historia de España durante los últimos cien años.
Pablo Iglesias, Largo Caballero, Besteiro, Juan Negrín, Ernest Lluch, Alfonso Guerra, Felipe González, Jerónimo Saavedra y José Luis Rodríguez Zapatero, son los nombres de líderes socialistas que contribuyeron, y contribuyen, desde el Congreso de los Diputados, a construir una democracia más sólida y a reducir las desigualdades sociales. Son socialistas que han luchado, en perspectivas históricas diferentes y en condiciones políticas diversas, por sus irrenunciables ideas de igualdad, por la tolerancia y por la libertad. Desde Lanzarote también han participado en otros momentos Luis Fajardo, Manuel Medina Ortega u Olivia Cedrés. Todos han dispuesto de la inmensa fortuna y la enorme responsabilidad que significa representar a millones de ciudadanos y ejercer el poder legislativo que establece nuestro marco constitucional.
Así que los socialistas celebramos estos días nuestra presencia centenaria en el Parlamento español. Lo hacemos con orgullo, porque estamos convencidos de haber contribuido de forma decisiva a construir un país mejor. Sin embargo, no damos la espalda a la compleja situación económica internacional, que en España se manifiesta en una destrucción de empleo muy dura. Pero tenemos esperanzas muy sólidas: superamos regímenes totalitarios y ganamos la libertad. Ahora nos toca también ganar el futuro y conducir a nuestro país a las más altas cotas de bienestar. Así lo predijo en el Congreso de los Diputados en aquel lejano junio de 1910 nuestro querido Pablo Iglesias, el fundador del PSOE y de la UGT, el socialista que nos precedió a todos. Por esa razón, el poeta Antonio Machado escribió:
"En cuanto a la voz de Pablo Iglesias, del compañero Iglesias, o si queréis, del Abuelo, yo prefiero escucharla en mi recuerdo o, mejor todavía, en labios de otros hombres no menos auténticos, no menos verdaderos, que aún nos hablan al corazón y a la inteligencia".