La tasa turística está regulada en Galicia a través de una ley regional que reconoce a los ayuntamientos la capacidad para imponer un impuesto a las pernoctaciones de los turistas.
El de Coruña ha sido el primero en introducirlo el pasado lunes 29 de septiembre, mientras que Santiago de Compostela ha comenzado este miércoles 1 de octubre.
En ambas ciudades la tasa turística oscilará entre 1 y 2,5 euros por noche según la categoría del alojamiento.
Habrá excepciones. Entre otras, no tendrán que pagarla quienes asistan a congresos o actividades formativas, menores de edad, personas hospitalizadas y sus acompañantes, deportistas federados en competición oficial, personas con una discapacidad superior al 65 % y participantes en programas sociales de acogida o emergencia.
Los establecimientos abonarán la tasa a través de una plataforma digital mediante dos autoliquidaciones anuales: entre el 1 y el 20 de julio se abonarán las tasas correspondientes al primer semestre, y entre el 1 y el 20 de enero, las correspondientes al segundo semestre del año.
Ambas medidas están judicializadas. En Santiago, la Unión Hotelera Compostela presentó un recurso contencioso administrativo para su suspensión, pero el Tribunal Superior de Justicia de Galicia la ha denegado porque no aprecia que haya "un perjuicio económico inmediato ni evidente al sector".
En Coruña, este martes, se ha presentado también recurso por parte de la Asociación Empresarial de Hospedaje (Hospeco), la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de A Coruña y el agente naviero Rubine e Hijos, pero matizan que la cumplen, a la espera de la decisión judicial.
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