Muchos de los deseos o planes que tenemos para un futuro próximo requieren de nuestros ahorros. Normalmente siempre solemos tener alguna cantidad adjudicada para un gasto concreto o un viaje pendiente a la vista. Cuando cumplimos con ello, nos encontramos ante una cuesta como la de enero o la de fin de mes. Es entonces como si fuera por la Ley de Murphy cuando nos llegan los imprevistos urgentes a los que debemos hacer frente. Para ello, contamos con numerosas plataformas online que nos permiten solicitar un crédito rápido que después tendremos que devolver en unos plazos indicados.
El proceso de solicitud es muy sencillo, a la par de cómodo y rápido. Habitualmente se siguen 3 pasos: el primero, rellenar un formulario online con nuestros datos personales; el segundo, indicar la cantidad de dinero deseada y el plazo de devolución; y el tercero, comprobar si la transferencia ha llegado a la cuenta bancaria indicada por el usuario. En transcurso de todas las gestiones no suele tardar más de unos 10 o 15 minutos, dependiendo de cada portal web. La rapidez es una de las mayores ventajas de los créditos rápidos puesto que las plataformas funcionan las 24 horas, sin límite de horarios, pudiendo acceder a ellas en cualquier momento y desde cualquier lugar con acceso a la red.
Aunque se trate de acciones que cualquiera pueda hacer y la facilidad sea un punto bastante importante, no debemos tomar la decisión de pedir un préstamo a la ligera. Antes tendremos fijarnos en algunas circunstancias personales, como la estabilidad laboral o el nivel de endeudamiento que se tiene hasta dicho momento. Todas estas cuestiones son fundamentales para saber si de verdad seremos capaces de devolver el crédito solicitado.
El coste de éste suele variar dependiendo de algunas características, diferente para cada página web. Deberemos tener en cuenta los tipos de interés que se aplicarán, que pueden ser fijos o variables: el primero, nos aporta seguridad porque siempre pagaremos la misma cantidad; el segundo, variará en función del indicador al que vaya vinculado. Las comisiones, ya sean de apertura, de cambio de condiciones o de cancelación anticipada, también influyen, puesto que dependiendo del tipo pueden encarecer el crédito. Otra cuestión importante es la cuota de devolución que aceptamos. Debemos calcular si seremos capaces de hacer frente al pago establecido por el prestamista. Todas estas cuestiones se pueden comparar en variadas páginas en muy poco tiempo y así escoger la que más se adapte a nuestras necesidades y posibilidades.
Una vez terminado el proceso, antes de pulsar el botón de finalizar, hemos de estar seguros de que todas las condiciones están claras y que comprendemos todas nuestras obligaciones posteriores a la perfección para no llevarnos sorpresas indeseadas. En caso de tener alguna duda o pregunta, podemos llamar al teléfono de atención al cliente con el que cuentan todas las plataformas para resolver todas las cuestiones que surjan. Cuando debemos el paso y el dinero sea transferido a nuestra cuenta, solo tendremos que disfrutar de él y no olvidar que se debe devolver en los plazos establecidos.
