Existen múltiples posicionamientos respecto a las criptomonedas. Muchas de ellas ven el futuro con esperanza, mientras que otras que son más catastrofistas o simplemente escépticas.
La comodidad y seguridad del pago de medios como la tarjeta de crédito se está imponiendo frente al modelo tradicional de uso de efectivo. Esta situación viene sucediendo de forma acelerada en los países escandinavos, donde el pago con dinero en efectivo se está reduciendo al mínimo. De hecho, se plantea la opción de retirar por completo su circulación con la idea de crear una sociedad sin necesidad de dinero en papel. Un ejemplo de los cambios introducidos para llegar a este objetivo se da incluso en algunas iglesias, en donde la clásica recolecta de ofrenda se ha sustituido para incorporar un terminal sin contacto que realiza ese mismo fin.
No obstante, el futuro del dinero en efectivo no está determinado y aún queda por ver qué sucederá. Los más ortodoxos consideran que las monedas y los billetes son el último bastión de la libertad, puesto que permiten el anonimato en cada transacción. Además, todavía existen muchas dudas sobre la seguridad y el funcionamiento de otros medios de pago no tradicionales.
El efectivo sobrevive
El dinero en efectivo está demostrando una gran resistencia que difícilmente podrá ser derrotada por el dinero digital. En otras palabras, lo más probable es que siga existiendo en el futuro, dejando claro que los medios digitales también cuentan con sus desventajas.
Diversas entidades bancarias internacionales comienzan ya a interesarse en las criptodivisas. Sin embargo, no todas las instituciones bancarias siguen esta postura. Por supuesto, hay muchas voces en todo el mundo que afirman que el dinero en efectivo perderá parte de su importancia. Aun así, es difícil predecir si desaparecerá por completo en favor de las monedas digitales y otros tipos de tecnologías.
Además, según estudios realizados sobre las tendencias de uso del dinero a nivel mundial, el dinero físico seguirá presente, pero en menor medida. Claro está que es porque las transacciones realizadas con efectivo disminuirán en comparación con otras formas de pago, por ejemplo, los pagos a través del móvil.
Asimismo, en una encuesta realizada por el Deutsche Bank, dos tercios de los encuestados tienen planes de aumentar la cantidad de sus activos en efectivo. Esto es debido a la gran desconfianza que se ha creado por la guerra comercial de China con Estados Unidos, las consecuencias del Brexit, y los conflictos en Oriente Medio.
Incluso, los encuestados prefieren seguir pagando con dinero en efectivo debido a motivos como la facilidad para controlar los gastos, la comodidad de su uso, la rapidez de los pagos y la seguridad. De otro lado, más del 60% de los encuestados no cree que el dinero en efectivo desaparezca en un futuro próximo.
Las criptomonedas y su desafío al sistema monetario
A diferencia de la moneda tradicional, el Bitcoin es un activo descentralizado. Se extrae como si se excavara en una mina, de ahí el término minería de Bitcoin, salvo que se hace con ordenadores que resuelven tareas criptográficas complejas. Con cada tarea resuelta, el usuario recibe un Bitcoin como recompensa. Cuanto más monedas se minan, más se aumenta la complejidad de las tareas a desarrollar. Asimismo, el número de bitcoins disponibles está limitado a una oferta máxima de 21 millones. A medida que se va gastando su reserva, su valor aumenta en el mercado.
El futuro del dinero es el Bitcoin
El Bitcoin ofrece muchas ventajas sobre las monedas tradicionales. Todas las transacciones se realizan sin necesidad de intermediarios, es decir, sin entidades financieras que controlen o hagan parte de las transacciones. Esto se traduce en que los tiempos de procesamiento de los movimientos son instantáneos. De otro lado, existen mínimas comisiones independientemente del lugar desde donde se realicen los intercambios.
Al estar descentralizado, es decir, que no existe ninguna institución del estado ni banco que lo controle, el Bitcoin no puede ser “aniquilado” o “corrompido”. La estructura de la cadena de bloques funciona de tal manera que, aunque alguien consiga destruir algunas de las copias almacenadas del historial de transacciones, siempre habrá otras miles de copias repartidas por servidores y ordenadores alrededor del globo.
Además del Bitcoin, hay muchas otras criptomonedas en el mercado. Podemos encontrar el Litecoin, el Ethereum, el Bitcoin Cash, el XRP o el Dogecoin, solo por mencionar algunas. Además, ofrecen las mismas ventajas en términos de descentralización que el Bitcoin.
De otro lado, tanto el Bitcoin como cualquier otra criptomoneda no pueden ser robadas por medio de asaltos a ningún banco al no pertenecer a ningún banco central. Son independientes de la inflación y de cualquier malestar político local y ninguna organización del mundo puede adueñarse de ellos. Su valor es el mismo para todas las personas de todo el planeta: como no existen intermediarios y está descentralizado, las transacciones se pueden realizar entre ciudadanos de cualquier país. El único cargo es la tasa por la operación que, especialmente para movimientos grandes, es mucho más ventajosa en comparación con el sistema bancario tradicional.
Todo se vuelve “tokenizado”
La tokenización es la transformación del valor en activos digitales. Por ejemplo, supón que eres el propietario de una empresa con un producto que decides vender, pero realizar la transferencia de este activo a las manos del inversor se convierte en una tarea difícil. Bajo estas circunstancias, se puede transformar en un token puesto en la blockchain. Usar la blockchain te da excelentes ventajas que tienen que ver con la seguridad de las transacciones y la transparencia. Siempre habrá millones de copias registradas de ese movimiento.
El dinero no es el único medio para reflejar valor
El dinero siempre ha cambiado de valor con los años. Todo lo que tengamos hoy no refleja el valor que vayamos a tener en un futuro. Los precios son volubles, suben constantemente y la gente invierte sus ahorros, por lo que el panorama económico cambia continuamente. Si esto sucede, la pregunta es por qué le damos tanto valor al dinero, pues la respuesta puede ser más simple de lo que pensamos. El dinero es valioso porque hemos decidido que sea nuestro medio de pago. No obstante, no es el único medio para otorgar o almacenar valor. Puede ser que, en el futuro, a medida que se expandan los medios de pago digitales y se despejen las dudas sobre las nuevas tecnologías, otros canales adquieran una mayor relevancia y terminen por sustituir el dinero.
NOTA: La inversión en criptoactivos no está regulada, puede no ser adecuada para inversores minoristas y perderse la totalidad del importe invertido.