Vietnam es un mercado de 83 millones de habitantes en plena fase de apertura y estratégicamente situado en una de las zonas mundiales, el sudeste asiático, con un mayor potencial de crecimiento. Vietnam necesita invertir en los próximos cinco años 120.000 millones de dólares en infraestructuras, instalaciones y bienes de equipo, que aportarán las empresas vietnamitas, el Gobierno y la inversión extranjera.
El país asiático ha crecido en los últimos años con tasas superiores al 7 por ciento, e incluso en 2006 rozó el 8 por ciento. A esto hay que sumar una inflación controlada. Este auge se ha logrado gracias a la política económica de liberalizaciones que ha llevado a cabo el Gobierno del país. Hoy, Vietnam es una alternativa a las fábricas chinas, con unos costes aún más bajos, en especial en sectores vinculados con el calzado, el mobiliario y la confección.
En estos momentos hay unas 20 empresas españolas establecidas en Vietnam. Sólo cinco han invertido y otras cinco están relacionadas con la ingeniería. También se está desarrollando rápidamente la industria alimentaria y el sector pesquero, que a su vez, reclama fertilizantes, pesticidas y productos veterinarios. Las importaciones vietnamitas a España se han multiplicado por 2,5 entre 2000 y 2007, en tanto que las exportaciones se mantienen estables en torno a los 80 millones de euros al año.
Asimismo, la venta de productos vietnamitas en Canarias ha experimentado una evolución positiva doblando su valor en los últimos cinco años y pasando de sumar 12 millones de euros en 2002 a casi 26 millones de euros al cierre del pasado año. La mayor parte se refiere a alimentos y bienes de consumo.
En cuanto a las exportaciones canarias al país asiático, las estadísticas reflejan un progresivo crecimiento de las ventas en especial en el epígrafe de alimentos y, más concretamente, en pescados, crustáceos y moluscos y en el capítulo de maquinaria.
Por otra parte, Vietnam recibe cerca de 2.600 millones de euros en programa de ayuda internacional y el Gobierno ha mostrado su interés en invertir estos fondos en la construcción de centrales energéticas y en la mejora de la red de distribución. También están interesados en reparar las infraestructuras de suministro de agua potable y de alcantarillado. A esto hay que sumar los proyectos de exploración y explotación de petróleo y gas en la zona marítima.
La mejora de las condiciones de vida esta dando lugar a una nueva clase económica con alto poder adquisitivo. Las previsiones internacionales recogen que Hanoi crecerá a un tasa del 7,5 al 8 por ciento anual durante los próximos cinco años.