La venta de cemento volvió a descender el pasado mes de enero en Lanzarote, dejando el dato más bajo desde diciembre de 2019. En total fueron 4.027 las toneladas vendidas, con una caída del 15% con respecto al mes anterior y del 21% con respecto a enero de 2021, según las cifras del Instituto Canario de Estadística recogidas por el Centro de Datos del Cabildo de Lanzarote.
Durante el primer año de la pandemia, el consumo de cemento en la isla se disparó, con el impulso de obras públicas y privadas, hasta alcanzar su pico más alto en marzo de 2021, con 8.590 toneladas vendidas. Sin embargo, desde esa fecha la cifra empezó a bajar, especialmente en los últimos meses del pasado ejercicio, y esa tónica se ha acrecentado al comienzo de 2022.
El dato del pasado enero, comparado con el mismo mes de años anteriores, es el más bajo desde 2018, cuando se vendieron 4.012 toneladas. En enero de 2019 fueron 6.366, en enero de 2020 se vendieron 4.959 y en enero de 2021 un total de 5.129.
Cambio de tendencia
En cuanto a la variación interanual, antes de la pandemia ya había comenzado una línea ascendente, pasando de 49.738 toneladas en 2018 a 62.365 en 2019. Al año siguiente esa cifra se disparó, especialmente dos meses después de estallar la pandemia, y se alcanzó una venta anual de 75.284 toneladas.
Después, en 2021 bajó pero ligeramente, hasta las 72.061 toneladas, ya que los primeros meses del año compensaron la caída del resto. Ahora, el arranque de este año parece confirmar esa tendencia a la baja en Lanzarote, que no coincide con lo que está ocurriendo en el resto del archipiélago.
En Canarias, en enero de vendieron 42.610 toneladas, con una subida del 5% respecto al mismo mes del año anterior; y 2021 terminó en el archipiélago con una subida del 6% frente a 2020.
