Nadie que conozca bien Lanzarote obvia jamás el intenso debate que se suscita desde hace años en torno a la necesidad de que se terminen las injusticias que se han cometido con el puerto de su capital a través de la censurable administración que la Autoridad Portuaria de Las Palmas ha hecho del dinero que en teoría tendría que haber sido repartido con justicia entre las tres islas de la parte oriental del Archipiélago. Organizaciones como el Círculo de Empresarios o la Confederación Empresarial de Lanzarote (CEL) se han encargado de recordar al resto de la sociedad que no es imposible conseguir la autonomía del puerto, el hacer posible que nazca una autoridad portuaria insular que gestione lo que aquí se produce y que asigne el dinero procedente de Europa a las muchas obras que son imprescindibles para propiciar su desarrollo. Su presidente, José Parrilla, recordó hoy esta circunstancia, y lo hizo destacando lo "sorprendete" que resulta que una parte del empresariado quiera asumir el protagonismo de una iniciativa que no les corresponde, y para la que es fundamental el "consenso" y no el "oportunismo".
En declaraciones hechas en el programa radiofónico Buenos Días de Radio Lanzarote hizo hincapié en primer lugar en que "hace más de cuatro años que el Círculo de Empresarios realizó un trabajo sobre las limitaciones que tiene el puerto y que fue presentado a la prensa, limitaciones que había que tratar de solucionar". Con posterioridad, se presentó hace dos años otro trabajo similar por parte de la CEL, sentándose con numerosas partes implicadas en el desarrollo de uno de los pulmones económicos de la Isla para intentar alcanzar acuerdos puntuales que caminaran hacia una única dirección, la mejora de la situación actual a través de soluciones como la propia autonomía. "Estoy muy sorprendido, porque los ritmos y las formas se iban a marcar entre todos, y no había intención de marginar a nadie", comentó.
De igual modo, Parrilla recordó que ya se había convocado un encuentro para el próximo día 21 para pasar revista a los principales asuntos vinculados con la Autoridad Portuaria, encuentro en el que se esperaba contar con todos los empresarios con el fin de crear una comisión especializada. "Conociendo esto porque es público estamos viendo iniciativas en el mismo sentido", dijo un tanto perplejo por los insospechados giros que están dando algunos empresarios.
Insultos al director general de Comercio
Después de haber mantenido un encuentro esta semana con el director general de Comercio del Gobierno de Canarias, Arturo Cabrera, explicó que fue un contacto fructífero en el que se puso de manifiesto la necesidad de que haya en Lanzarote un número de instalaciones adecuadas para desarrollar actividades como por ejemplo una feria de saldos. Además, se repasaron asuntos vinculados con el censo comercial y con el Observatorio Comercial que el Gobierno autónomo quiso poner en marcha y que gracias a una serie de gestiones que se han realizado va a contar con participación de todo el Archipiélago. Pero no es oro todo lo que reluce, ni mucho menos, sobre todo cuando se pisan otros terrenos. "También hablamos de los trámites de la Cámara de Comercio y de los pasos que se están dando, se ha hablado de que estamos en una fase distinta a la de la lucha y que sólo cabe crear una gestora que sea democrática, respetuosa con todos los procedimientos y lo más transparente y neutral posible, para que los criterios de los sectores que deben estar representados cuente con el apoyo de todos los empresarios", subrayó iniciando la parte más dura de su comentario, puesto que empiezan a existir tiranteces en este sentido. "Que yo sepa Dios no ha elegido a nadie como representante, sólo los empresarios a través de elecciones democráticas han elegido a sus representantes, que en este caso soy yo, que soy presidente de la Confederación Empresarial que recoge a las distintas organizaciones. Esta organización es la única que tiene criterio para poder marcar las reglas del juego, oyendo a todo el mundo para establecer las condiciones que se establezcan", remarcó algo molesto.
Parrilla no entiende lo que está sucediendo en estos momentos en la Isla, porque hubo alguien incluso que se permitió el lujo de insultar al director general de Comercio. "Aquí hay gente que cuando van a jugar un partido y no les gustan las reglas deciden comprar un balón, un campo y si es posible el árbitro", indicó. Tiene el convencimiento además de que hay empresarios que "no se han dado cuenta de que las condiciones políticas de la Isla han variado", de que hay que hacer un esfuerzo por respetar a las instituciones democráticas y a sus representantes. "No es posible que se utilice el insulto contra la gente de fuera simplemente porque es de fuera. Habría que empezar a saber respetar a las instituciones y a sus representantes democráticos", reiteró, afirmando por último que "no podemos suplir nuestra falta de representatividad en todos los ámbitos con alaridos e insultos a los demás, porque ese nunca ha sido el estilo de al menos lo que yo considero la mejor tradición de Lanzarote".
