Desde la declaración del Estado de alarma Endesa ha puesto en marcha todas las medidas a su alcance para garantizar el suministro eléctrico ante la gestión de la crisis sanitaria. Con este objetivo, la compañía ha desdoblado las instalaciones del centro de control de Generación de Canarias de manera que la vigilancia del funcionamiento de las centrales eléctricas se realiza desde dos ubicaciones distintas que, en caso de incidencias o imprevistos, pueden operar con independencia. Mediante la activación del centro de control de respaldo, Endesa garantiza la implicación de todos sus recursos para garantizar el servicio eléctrico en el archipiélago durante la alerta sanitaria.
Además del incremento de la limpieza en las instalaciones del centro de control, también se han reforzado los procedimientos de desinfección e higiene personal, como la obligatoriedad del uso de mascarillas y el mantenimiento de la distancia entre los operadores. A su disposición se han puesto, además, toallitas y geles desinfectantes para limpiar todos los elementos de uso común, dado que se trata de puestos de trabajo que comparten varios operadores y funcionan las 24 horas todos los días del año.
Del mismo modo, las centrales eléctricas también han implementado procedimientos más estrictos para garantizar tanto la salud de sus trabajadores como el buen funcionamiento de las instalaciones. Entre ellas se incluye el teletrabajo para los empleados que no realizan labores de campo mientras que, para los que realizan su trabajo en la central, se ha establecido el relevo en el servicio sin contacto físico y las videoconferencias como medio para realizar las reuniones diarias. Además, se han restringido las entradas a las salas de control y se han identificado personas de apoyo para reforzar puestos clave.
Con el objetivo de estar preparados ante posibles contagios en instalaciones críticas, las centrales eléctricas de Endesa entrenan los procedimientos de actuación por medio de simulacros. El más reciente se puso en práctica el pasado fin de semana en la central de Las Salinas, en Fuerteventura, y comenzó a primera hora de la mañana con la simulación de que un trabajador presentaba síntomas compatibles con los efectos del coronavirus. A partir de ese momento se informaba al responsable y a la dirección de la central para que activaran el Plan de Emergencia por Covid-19, que permitió comprobar el buen funcionamiento de los protocolos de aviso, así como la coordinación entre departamentos y trabajadores implicados.