Endesa ha comunicado que a lo largo de 2018 detectó 95 casos de fraude eléctrico en Lanzarote, que supusieron 1.169.830 kilovatios hora (kWh) consumidos de forma irregular. En el conjunto del Archipiélago, la compañía afirma que afloró 2.234 casos de fraude durante el año pasado, que en total superaron los 22 millones de kWh consumidos mediante el uso de métodos antirreglamentarios, mientras que a nivel nacional detectó cerca de 65.000 fraudes y recuperó 601 millones de kWh de energía.
Según explica Endesa, "casi la mitad de los casos detectados consistían en enganches ilegales a la red por parte de usuarios sin contrato mientras que el resto se debió a otro tipo de fraudes como dobles acometidas o manipulación de los equipos de medida". Durante el pasado ejercicio, cuatro de cada diez inspecciones realizadas por la compañía concluyó con la detección de fraudes.
Aparte de estas cifras, la compañía destaca que "el fraude eléctrico es, sobre todo, un problema grave para la seguridad y la salud de las personas, tanto para el propio defraudador como para los que le rodean", apuntando al respecto que "en los últimos años se han registrado numerosos casos de descargas e incendios en instalaciones y viviendas como consecuencia de esas manipulaciones, con el daño resultante para la salud y la seguridad de las personas".
Uso de nuevas tecnologías y colaboración con las Fuerzas de Seguridad
Endesa afirma que ha reforzado en los últimos años la lucha contra este riesgo mediante el uso de nuevas tecnologías y la colaboración con las Fuerzas de Seguridad, además de la contribución ciudadana, que durante el año pasado permitió destapar cerca de 4.000 fraudes en todo el territorio nacional.
"El fraude eléctrico supone un perjuicio para toda la sociedad, ya que se traduce en un incremento de la factura eléctrica para el conjunto de los consumidores y, sobre todo, puede poner en riesgo tanto la seguridad como la calidad de suministro de los usuarios", concluye la empresa.