El proyecto del centro de transformación de cochinilla ha sido recibido con optimismo pero con cierta desconfianza debido a otras "complejas iniciativas agroindustriales" que se han quedado en papel mojado

El centro de "salvación" de la cochinilla

Según Higinio Hernández las obras comenzarán en octubre, pero aún falta firmar convenio el Estado, aprobar el proyecto final, sacar a concurso la obra y, además, resolver la polémica desatada con el Ayuntamiento de Haría sobre la ubicación del centro

5 de septiembre de 2006 (12:01 CET)
El centro de salvación de la cochinilla
El centro de salvación de la cochinilla

Una uva que se queda en la parra, una leche que marcha buscando quien la convierta en queso, unos insectos que permanecen guardados a la espera de que determinen su destino y la eterna promesa de las administraciones. La solución a la leche una quesería que, desde hace años a punto de inaugurarse, permanece en lista de espera. Los vinos en pasarela con la ayuda de una campaña de promoción cabildicia que, esperan, de salida a toda la producción. Para las cochinillas, como en otras ocasiones, hay una gran idea según anticipan muchos los que entienden de esto, pero más de un temor por que, una vez más, no salga adelante.

En principio, la siembra está hecha y el Ministerio ha aprobado una partida de 500.000 euros para un centro de transformación de la cochinilla en Lanzarote, valorado en casi un millón de euros. La intención es vender productos elaborados con el carmín rojo intenso que se extraen de los insectos que parasitan en las tuneras, en vez de la materia prima, es decir, las cochinillas secas, que tienen un bajo valor en el mercado. Su aplicación como tinte en tejidos, alimentos o medicamentos, abren un abanico de posibilidades para su transformación.

El Cabildo espera firmar este mes de septiembre el convenio de colaboración por el que el Estado transfiera la cantidad para que según el consejero de Hacienda, Luis Arráez, comiencen las obras este año, aunque no finalizarán hasta el 2007. Los plazos están algo ajustados y, a priori, parece una proeza cumplir con el calendario ya que el consejero de Agricultura, Higinio Hernández, afirma que "en octubre se estará poniendo la primera piedra", pero antes, en septiembre, aparte de la firma del convenio, la Universidad de La Laguna de Las Palmas tendrá que entregar el proyecto final. Todo ello sin contar aún con los plazos para que salga a concurso la adjudicación de la obra.

Cómo o quién la gestione es otro tema. Para el consejero Agrícola la explotación del centro debería ser de forma mixta con la colaboración de la cooperativa de los agricultores, aunque algunos como el PIL creen que el Cabildo sólo debe dedicarse al control del centro, pero nada más. Por otra parte, algo que preocupa es la analogía con otras grandes obras en materia agrícola, que a día de hoy se han quedado en promesas que habitan en las desatendidas naves del Complejo Agroindustrial.

De momento, ya hay discrepancias con su ubicación. Según Higinio Hernández tendrá que localizarse en el complejo Agroindustrial porque el Plan Insular no permitiría su ubicación en las localidades interesadas donde se cultiva, aunque reconoce que son las "zonas ideales". Mientras, José Torres Stinga, alcalde de Haría, ya ha anunciado que "no tolerará bajo ningún concepto que se haga allí" y luchará por que se cree en Guatiza o Mala, pues asegura que el nuevo Plan General de Ordenación de Haría, que está previsto aprobar en octubre, contempla su ubicación.

El hobby de la cochinilla

Los pueblos de Mala y Guatiza son las únicas zonas de todo el hemisferio norte que continúan cultivando la cochinilla. Con la entrada de los tintes artificiales su venta empezó a disminuir considerablemente. Actualmente apenas se vende y supone casi un hobby, de mucho esfuerzo, mantenerlas. Perico Berril, cultiva cochinilla desde hace treinta años. Lleva más de año y medio sin vender y tiene guardados 100 kilos a la espera de que algún interesado aparezca y puje por su compra. Otro tema será el precio. La última vez, vendió el kilo a 30 euros. "Me lo compraron como si hubiera sido un favor", se queja Perico porque sabe lo que cuesta mantener este cultivo que no es posible agilizar con las nuevas tecnologías "el cuidado de las tuneras es un trabajo artesanal. No hay máquinas para recoger la cochinilla".

Si no fuera por los pensionistas, como Perico Berril, lo poquito que queda en Lanzarote habría desaparecido porque no es rentable. "La gente joven ya no quiere trabajar en esto. Ahora quieren dedicarse a los trabajos de manos limpias". Pero cree que si reportara ingresos, se ilusionarían y algunos trabajarían las huertas. Para poder vivir del cultivo de la cochinilla, el kilo debería pagarse a 60 euros. "Se ha llegado a pagar hasta 96 euros. Esto ocurrió cuando Dimas compró hace 10 o 12 años casi 100.000 kilos en todo Mala y Guatiza. Como ya no quedaba nada, empezó a subir el precio", recuerda Perico. De momento, su valor está muy por debajo de estas cifras ya que se compra mucha materia prima de países como Perú.

Mientras tanto, los pocos agricultores que se dedican a esto van abandonando las huertas. El centro de transformación quiere evitar que siga sucediendo, pero Perico Berril desconfía de la iniciativa, "lo del centro es como si el médico te dijera "dentro de la gravedad estás fuera de peligro". Lo que hace falta es que se venda y se pague al precio que vale".

El centro de transformación

Chana Perera, promotora de la Asociación Milana confía en la transformación de esta materia prima para conseguir un precio competitivo en el mercado pero alerta sobre la importancia de dar viabilidad comercial a los productos que se elaboren. "Si conseguimos dar salida en el mercado a los productos, el precio de la materia prima se revalorizaría", reconoce Chana que espera que resurja un sector que ha sido muy importante durante siglo y medio en la historia de Lanzarote. José Torres Stinga cree que es necesario complementarlo con un centro de interpretación, que vaya incorporado a los Centros Turísticos. Además pretende que el valor de este cultivo sea también paisajístico. "Exigimos que se tenga el mismo tratamiento que tiene La Geria. Que tenga la misma cordura y sensibilidad que otro tipo de producciones".

Cándido Reguera, diputado nacional del PP, que promovió la presentación del proyecto en el Congreso de los Diputados, sabe que los países avanzados fundamentalmente aportan conocimiento y transformación, es decir, I+D+i. Por ello, la iniciativa se está elaborando en colaboración con la Universidad. "Una vez que se cree este centro con unos laboratorios de tercera generación, se podrá investigar y obtener productos innovadores que se puedan combinar con otros como puede ser el aloe vera o las colonias. Esto aportaría un valor añadido muy competitivo en el mercado".

En principio, la iniciativa ha tenido buena acogida. Queda por ver si sale adelante, ya que algunos temen que quede en saco roto, como ha ocurrido en otras ocasiones. "Como las elecciones están a la vuelta de la esquina, ahora surge este asunto del centro, pero no están seguros de dónde hacerlo", recrimina Perico, "Por mucho que supliquemos, los políticos no han nombrado esto para nada. Sólo hablan de política y eso desilusiona a cualquiera". Aunque Perico reconoce que a él todavía no le han quitado la ilusión, pues aunque no venda cochinilla, sigue cuidando y cultivando la tunera con el mismo esmero que el primer día a sabiendas de que difícilmente obtendrá algún tipo de recompensa. "Esto que hacemos es para darnos un premio".

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