"¿No le da vergüenza a la patronal presumir?" Esto es lo que se pregunta Ramón Pérez Farray, de Comisiones Obreras, que ha denunciado la situación laboral en el sector de la hostelería, donde la alta tasa de ocupación en los hoteles "no se traduce en empleo". Este sindicalista denuncia situaciones como departamentos "despedidos al completo" para ser externalizados a subcontratas o camareras de piso que han de llevar sus propios cubos y fregonas "como condición para poder trabajar". Para Pérez Farray, mientras esto sucede, la Administración está "mirando para otro lado".
El sindicalista explicó en Radio Lanzarote-Onda Cero las "contradicciones" que cree que se dan en este sector. "Hace 20 años había más trabajadores en el sector de la hostelería con muchos menos establecimientos turísticos funcionando. Eso es una contradicción", lamenta. Para Pérez Farray, la ocupación del 92% de los últimos datos de Asolan "claro que está" y puede que "hasta más". El problema, apunta, es que esa ocupación "no se traduce en empleo; ni siquiera de mala calidad, ni siquiera eso".
"Están despidiendo. Unos lo hacen de una forma más pausada y otros de una forma hasta violenta", denuncia. Para este miembro de Comisiones Obreras se trata de una situación "inaceptable". Según relata, el sindicato se ha encontrado con casos de departamentos despedidos al completo. "Van colocándolos a empresas de servicios con un salario mucho más bajo, salario mínimo en unos casos, o hacen uso de las ETT con salarios también más bajos y con muchos menos derechos".
"Verdaderos esclavos"
Pérez Farray considera que estos trabajadores reciben un trato de "verdaderos esclavos". "En algunos sitios los tienen hasta las 6 o las 7 de la tarde y hasta más para poder sacar un salario mínimo que les permita cobrar algo para pagar la vivienda", relata. Este sindicalista pone como ejemplo el caso de "un complejo muy moderno, de cuatro estrellas, en Costa Teguise". En ese establecimiento, explica, "se han cargado los departamentos completos, enteros".
"Han puesto trabajadores nuevos por medio de una subcontrata, una empresa de servicios que paga menos del salario mínimo interprofesional", continúa. Según señala, "el resto" del salario hasta llegar al mínimo lo "completan" a través de una "media productiva": "En función de lo que hagan pueden llegar a lo mínimo que tienen que cobrar; o no llegan".
Otro de los casos que relata el sindicalista es el de las camareras de piso. Los sindicatos se han hecho eco en múltiples ocasiones de los bajos salarios que perciben estas trabajadoras. A ello hay que sumar además algunos hoteles que, según explica Pérez Farray, les ponen "como condición para trabajar". "Una camarera usa la fregona, el cubo y la bayeta, además de sus guantes y demás. ¿Estas cosas no se tendrían que dar? ¿A qué nivel nos ponemos?", se pregunta. "Parecen cosas de andar por casa, pero afecta a la propia dignidad de las personas. Yo para trabajar no tengo que estar humillándome ante nadie".
"Están mirando para otro sitio"
Para este miembro de Comisiones Obreras, ésta "es una cuestión de todos, de administraciones y todos" porque "no se puede tolerar". "¿Cuándo se van a centrar en estas cosas? Están mirando para otro sitio", dice Pérez Farray en relación a las administraciones públicas.
"¿Dónde está la inspección de trabajo, dónde están los gobiernos, los partidos que vienen ahora prometiendo tantas cosas en los programas electorales?", cuestiona. Pero Pérez Farray apunta también a la patronal, que "también tiene que controlar".
"Por la calidad del servicio, también debe intervenir". "No se puede vivir en esta abundancia, que es lo que aparentemente se nota, y que al mismo tiempo haya una parte de la población, que son los trabajadores, los currantes, los que realmente estén pagando esta situación. Es totalmente injusto".
