La trigésimo segunda edición de la Subida de Haría contará con la participación de una de las más firmes promesas del motor lanzaroteño. Rubén Curbelo tomará parte de la prueba y lo hará a los mandos de un Mitsubishi Lancer Evo VIII. Habituado a la competición en kart, tratará de dejar el pabellón bien alto y agradecer el apoyo que está recibiendo para seguir creciendo como piloto.
Rubén Curbelo llega a la Subida de Haría después de protagonizar un excelente papel en las WKS Euro Series de karting. Una prueba que se celebró en Italia hace dos semanas y que sirvió para preparar de manera óptima su próxima participación en el Campeonato de España de Karting.
El joven piloto lanzaroteño vuelve a subirse a un turismo de competición, teniendo una nueva oportunidad de aprender las exigencias que requiere un vehículo de carrera en una prueba de montaña. La Subida de Haría es una prueba especial para Rubén Curbelo. Hace un año, las rampas norteñas, fueron el escenario de su debut en un rallye.
Rubén Curbelo contará con un Mitsubishi Lancer Evo VIII de la Escudería Rocky Sport dentro del grupo N. Un vehículo de tracción total, con una potencia que ronda los 270 CV.
Curbelo comentaba que "esta es una oportunidad única para mí y todo mi equipo no para de darme alegrías", en referencia a la posibilidad de pilotar un Mitsubishi Lancer Evo VIII. El piloto conejero agradeció todo el esfuerzo que está haciendo su padre y Hamburguesería Cuco, para darle todo tipo de posibilidades para seguir creciendo como piloto.
"El coche apenas he tenido la oportunidad de probarlo y está claro que no se asemeja en nada a lo que hasta ahora he podido conducir en todos mis años de competición", explicaba Rubén Curbelo. Y añadía que "sólo quiero disfrutar al máximo, divertirme y no es el momento de plantearme ninguna meta.
