Los ánimos estaban muy calientes a la finalización del partido. En la zona de vestuarios se formó una trifulca, siendo protagonistas varios jugadores de los dos equipos. Se vivieron momentos tensos, con intercambio de insultos y más de un empujón. Los agentes de la Policía Nacional y de la seguridad privada, tuvieron que intervenir para apaciguar los ánimos.
Todo se inició con el final del partido. Sobre el terreno de juego, el entrenador del Puertollano, Benigno Sánchez, y el delantero de la UD Lanzarote, Jonathan Torres, protagonizaron un acalorado intercambio de impresiones. Los dos se encararon y tuvieron que ser sujetados por otros jugadores, para que la cosa no fuera a más.
La trifulca se trasladaría a la zona de vestuarios. Carreras de unos y de otros, empujones por todos los lados e insultos, hicieron que el ambiente se fuera calentando por momentos. Se acerca el final de temporada y la tensión va en aumento. En el caso de la UD Lanzarote por la derrota sufrida y la posición en la tabla clasificatoria. En el Puertollano la tensión se debe a la incertidumbre institucional, y a los cinco meses que llevan los jugadores sin cobrar.
Cuando parecía que los ánimos se apaciguaban, se volvió a reproducir la trifulca. Jugadores de uno y otro equipo se provocaban mutuamente. Los agentes de la Policía Nacional y de la seguridad privada, tuvieron que intervenir para que los jugadores no llegaran a las manos. La Policía Nacional metió a los jugadores del Puertollano en su vestuario, evitando de esta manera que se volvieran a reproducir las provocaciones.
El entrenador del Puertollano, Benigno Sánchez, en la rueda de prensa posterior del encuentro resto importancia a lo sucedido. Comentó que lo que sucede en el interior del campo debe quedarse ahí y no seguir profundizando en detalles. Además, pidió disculpas a Jonathan Torres y a la afición de la UD Lanzarote, por si se sintieron molestos con su actitud.