España jugará por primera vez en su historia una final de un Mundial. Motivo más que suficiente para que miles de personas se echaran a la calle en la noche del miércoles y celebraran hasta altas horas de la madrugada la victoria de España ante Alemania. La imagen de celebración se ha repetido en cada uno de los rincones de Lanzarote.
La tensión y el sufrimiento de los 90 minutos de partido se han convertido en alegría al final del choque. Una alegría que se desataba en el minuto 73 cuando Puyol remataba de cabeza un lanzamiento de esquina ejecutado por Xavi. Los 17 minutos que restaban para el final del choque fueron eternos y con el pitido final del colegiado se desató la locura.
Los coches no dejaban de hacer sonar sus bocinas, con las ventanillas abiertas mostraban orgullosos las banderas, camisetas o cualquier accesorio que hiciera referencia a la "Roja". La Policía Local de Arrecife se vio en la obligación de cortar uno de los carriles de la avenida para evitar males mayores y permitir que los aficionados celebraran la victoria de España.
Las celebraciones se produjeron en todos los puntos de la geografía de Lanzarote. En cada uno de los pueblos de la isla se celebró la histórica clasificación de España para una final del Mundial. Ahora sólo resta un paso para coronarse a nivel mundial. La cita será el domingo a partir de las 19:30 horas y el rival la potente Holanda.
