Los 2.600 metros que separan Lanzarote de La Graciosa fueron este sábado, 29 de septiembre, un hervidero de brazos y piernas que nadaban en dirección a la localidad graciosera de Caleta de Sebo. Los más veloces tardaron menos de 30 minutos en atravesar la zona, más conocida como el Río.
Se celebraba la XV Travesía Internacional a Nado entre ambas islas donde obtuvo la victoria en la categoría masculina Ricardo Tuya, con un tiempo de 26 minutos a pesar de las fuertes corrientes que marcaron ese día la prueba. El segundo y tercer puesto fueron para Alberto Jorge y Guillermo González. En la categoría femenina la victoria fue a parar a Antolina Bordón, seguida de Virginia Medina y Nieves Mora, segunda y tercera clasificadas.
Además, en esta edición, participaron deportistas discapacitados como el invidente Miguel Déniz, que logró cruzar con la ayuda de su lazarillo al que iba atado mediante una cuerda de plástico y entró en la meta de Caleta de Sebo con un buen tiempo a pesar de su minusvalía. En la prueba también participaron nadadores veteranos como Tony Machado, que con sus 70 años de edad ya ha participado en las quince pruebas que se han celebrado en la Isla.
Los 340 participantes inscritos en esta XV edición de la Travesía a Nado entre Lanzarote y La Graciosa disfrutaron posteriormente en la línea de meta de una comida en el muelle de la localidad, a la que acudieron más de 1.500 personas entre deportistas, voluntarios y curiosos.
Una prueba segura
Un total de cinco embarcaciones, dos ambulancias, una unidad de rescate subacuático y 16 voluntarios fue el operativo desplegado por la ONG Emerlan para el desarrollo de la prueba. Según la organización no gubernamental, el balance de la prueba fue satisfactorio ya que no hubo que lamentar incidente reseñable alguno.
Antes del comienzo de la prueba se realizó un ejercicio simulacro conjunto entre el helicóptero del G.E.S. (Grupo de Emergencias y Salvamento) del Gobierno de Canarias y la embarcación Delfín Mular, gestionada por Emerlan, consistente en simular una evacuación desde el barco hacia el helicóptero. Algo que se efectúa regularmente ya que la coordinación necesaria entre el personal de ambas naves debe ser máxima para que el rescate se efectúe rápidamente y con efectividad.