Partido duro el del pasado sábado en el pabellón asturiano de La Arena. Poco pudo hacer el Zonzamas CICAR Lanzarote que viajaba buscando sus primeros puntos y al mismo tiempo tratando de ponerle las cosas difíciles al Unicaja Banco Gijón, equipo que está luchando por la parte alta de la tabla.
El encuentro pronto se iba a poner cuesta arriba. Con un buen contragolpe local, se alcanzaba el 4-0 en el marcador en los primeros cinco minutos de partido. Las buenas labores defensivas de las locales anulaban los ataques de las lanzaroteñas, a las que les costaba encontrar la portería contraria y, cuando lo conseguían, se topaban con una excelente intervención de la portera gijonesa Lucía Alonso.
Regresarían de nuevo viejos fantasmas del pasado. Se produjeron constantes errores no forzados por parte de ambos equipos, pero las hasta 23 pérdidas de balón de las lanzaroteñas dan más señales de alarma que las 15 ocasiones perdidas por parte de las locales. Más aún si se suman las cinco exclusiones del CB Zonzamas, en contra de una única inferioridad numérica por parte del Unicaja Banco Gijón.
Todos esto solo podría dar como resultado una peligrosa fórmula en la que las chicas dirigidas por Patro Barambio deberían luchar contracorriente para evitar una sangría. Pero aún quedaba mucho partido por delante y si algo ha demostrado las rojinegras a lo largo de la temporada es su fuerte sentimiento de pundonor a pesar de tener los elementos en contra.
Así, el Zonzamas CICAR Lanzarote ya no dejaba que las gijonesas se encontraran especialmente cómodas. Los incesantes movimientos asturianos entre las diferentes líneas durante los ataques estáticos no tenían demasiada claridad, si bien aprovechaban bien los contraataques en segunda oleada o los saques rápido desde el centro de la cancha. Minutos con pocos goles pero que el parcial de 4-0 del comienzo ya funcionaba como sentencia.
El segundo gol de las lanzaroteñas no llegaría hasta el minuto 14 de la mano de Brenda Roger, jugadora cuyas incursiones eran las que estaban haciendo más daño al rival. Ese 6-2 demostraba que estábamos ante un partido bastante físico pero que fue perdiendo fuelle con las pérdidas de balón por ambos bandos. Prueba de ello es que se necesitarían dos minutos más para volver a ver puerta. Jailene Maldonado encontró con un pase largo a Gleinys Reyes, quien convertía con una bonita rosca un rápido contragolpe. Pero esos momentos en los que se recuperaban sensaciones duraban poco tiempo, al tener que jugar en inferioridad numérica con actuaciones demasiado lentas en defensas que resultaban en exclusiones para las rojinegras. Con el gol de Sheila Hiraldo se llegaría al descanso con 16-9 en el luminoso.
El segundo tiempo iba a comenzar con el mismo guión de la primera parte. Numerosas imprecisiones que paralizaban el marcador y que beneficiaban a las gijonesas con esa renta que habían trabajado desde los primeros minutos.
La mayor diferencia en la cancha era la mayor concentración en labores defensivas de las locales que dejaban con pocas ideas a las visitantes, teniendo el primer penalti a favor en el minuto 6 de la segunda parte. Poco a poco las exclusiones para el Zonzamas irían minando la portería visitante, momentos en los que la desventaja en el marcador se iría ampliando.
Al menos, la buena noticia para el conjunto lanzaroteño es que no paraba de luchar a pesar de las inferioridades, consiguiendo en ocasiones parciales a favor. Además, se recuperó por momentos ese juego atrevido y sin complejos con lanzamientos exteriores. Poca efectividad aún en este sentido pero que al menos supone una nueva solución en el amplio repertorio de juego de las batateras.
Con esta dinámica se aumentaba la diferencia de hasta diez goles en contra en el minuto 22 (25-15). Buena actuación también de Mari Sánchez, jugadora que poco a poco se va asentando en el equipo tras su recuperación de una lesión.
Precisamente un gol suyo en el minuto 27, tras un contragolpe a pase de Ariadna Molina tras una buena recuperación de balón de María de León, supondría el 26-17 en el electrónico, marcador que no se movería más hasta el final del partido.
Cuesta no pensar cómo se hubiera desarrollado el encuentro sin tantos errores no forzados. Quizá la consolación se encuentre en que se trata de aspectos que el equipo técnico puede trabajar con sus jugadoras. No es falta de actitud, ganas o mal juego, hechos que serían algo más grave y de lo que sí van sobradas las batateras. La próxima semana del 20 de noviembre, un rival directo como el BM Morvedre, servirá para ver si se está a tiempo de corregir esos errores y dar un vuelco en la parte baja de la tabla.
Ficha Técnica:
BMC Liberank Gijón (26): Raquel Álvarez, Lorena Zarco (3), Andrea Martín, Marizza Faria (1), María González (5), Cecilia Caheda, Maria Palomo (4), Nerea Calbón, Aida Palicio (7), Lucía Fernández, Sandra Vallina (1), Lucía Alonso, Nayla Castillo (2), Nerea Canas, Juliana Borges (3), Alba Fernández.
CB Zonzamas Lanzarote (17): María de León, Mary Sánchez (3), Jailene Maldonado, Brenda Roger (4), Chaxiraxi Hernández, Gleinys Reyes (4), Ariadna Molina (2), Ana Martín, Susi Sánchez, Sheila Hiraldo (1), Isaura Menin (1), Armina Isic (2).
Árbitros: Jorge Rodríguez y Alejandro Nuñez. Excluyeron a Aida Palacio, María de León, Brenda Roger, Gleinys Reyes, Sheila Hiraldo e Isuara Menin.
Parciales cada 5 minutos: 3-0, 6-1, 7-2, 10-6,16-9 (descanso) 19-10, 21-12, 22-14, 23-15, 26-16, 26-17 (final).
Incidencias: Partido correspondiente a la novena jornada de la Liga Guerreras Iberdrola disputado en el Pabellón La Arena con la presencia de 250 espectadores.