Un estudio confirma que la incidencia del coronavirus es menor en Canarias por sus temperaturas

Se trata de los primeros resultados preliminares de una investigación conjunta del Instituto Carlos III y la Agencia Estatal de Meteorología, que también apunta que la contaminación agrava la enfermedad

14 de abril de 2020 (21:02 CET)

Los resultados preliminares de un estudio que está siendo elaborado por el Instituto Carlos III (ISCIII) y la Agencia Estatal de Meteología (Aemet) confirman que la incidencia del coronavirus baja a medida que suben las temperaturas, y de ahí que Canarias sea la comunidad con menor índice de contagios.   

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Ambas instituciones investigan conjuntamente qué variables meteorológicas puedes ser consideradas de interés al analizar la incidencia y propagación de la enfermedad COVID-19 y del virus SARS-CoV-2 en España. La colaboración persigue un estudio integrado en el que analizarán en profundidad y cuantificarán la influencia de determinadas variables meteorológicas así como de la contaminación ambiental en la incidencia y propagación de la enfermedad, con el objetivo final de desarrollar un sistema de vigilancia epidemiológica a nivel estatal basado en la alerta temprana y en la monitorización de dichos factores ambientales.

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Los resultados preliminares del trabajo conjunto entra la la Aemet y el ISCIII, en los que se comparó el índice de incidencia acumulado durante 14 días definido como número de contagios nuevos diarios por cada 100.000 habitantes con la temperatura promedio correspondiente al mismo período por Comunidad Autónoma, indican la existencia de una correlación negativa entre ambos. Es decir, que a menor temperatura promedio, mayor incidencia, en consonancia con lo obtenido en otras investigaciones internacionales. Este patrón se repite durante el período analizado, desde el 26 de marzo hasta el 5 de abril.

 

Humedad del aire y contaminación atmosférica


Investigaciones recientes en relación a la propagación de la enfermedad COVID-19 y el virus SAR-COV-2 indican que también la humedad del aire puede incidir en la propagación y transmisión de la enfermedad, principalmente en el sentido de que las altas temperaturas y la alta humedad reducen significativamente la transmisión y propagación del virus, por lo que la llegada de la temporada primaveral en el hemisferio Norte podría reducir efectivamente la transmisión de COVID-19. 

Por otro lado, se analiza cómo otro tipo de factores ambientales, como la contaminación atmosférica y, en especial, las concentraciones de material particulado, pueden agravar la enfermedad.

A nivel estatal, la Aemet y el ISCIII iguen trabajando conjuntamente y los resultados permitirán investigar con mayor especificidad sobre el impacto de estos factores ambientales en la incidencia y propagación de la enfermedad COVID-19 a través de otras variables en salud, tales como ingresos hospitalarios, ingresos en UCI y mortalidad, mejorando la identificación de zonas de riesgo en tiempo real a nivel provincial y diseñar estrategias de diagnóstico y prevención para la gestión de medidas de actuación adecuadas desde el ámbito de la salud pública.

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