Tres años de cárcel por cobrar a varios migrantes asiáticos para llegar a Canarias

El procesado, S.M., ha reconocido este miércoles los hechos ante la Sección Segunda de la Audiencia y ha aceptado la condena pactada por su defensa con la Fiscalía

EFE

26 de junio de 2024 (17:13 CET)
Ciudad de la Justicia. Foto: Gobierno de Canarias.
Ciudad de la Justicia. Foto: Gobierno de Canarias.

La Audiencia de Las Palmas ha impuesto tres años y medio de cárcel a un ciudadano de Bangladesh que ha ayudado con su confesión a destapar una mafia que introduce en Canarias inmigrantes asiáticos en pateras que salen desde Marruecos y Mauritania, previo pago de unos 13.000 euros por persona.

El procesado, S.M., ha reconocido este miércoles los hechos ante la Sección Segunda de la Audiencia y ha aceptado la condena pactada por su defensa con la Fiscalía de Extranjería, lo que le ha permitido rebajar la pena inicialmente solicitada por el Ministerio Público de cuatro años y nueve meses de prisión por un delito contra los derechos de los extranjeros.

La fiscal de Extranjería, Teseida García, ha reconocido así la colaboración del encausado con la justicia para poder determinar las personas que forman parte de esta organización con distintas ramas que utiliza la Ruta Canaria y que preparó los viajes de tres neumáticas a Gran Canaria y Fuerteventura en los años 2021 y 2022.

La primera de estas barquillas lo hizo en 2021 a Fuerventura con tres pakistaníes y 50 subsaharianos; la segunda en 2022 a Gran Canaria, con nueve bangladesíes y 52 subsaharianos; y la tercera también a Fuerteventura en 2022 con cinco bangladesíes y 52 subsaharianos.

El acusado llegó a Gran Canaria en un cayuco el 18 de octubre de 2022, que había salido desde Nuakchot cinco días antes, con 53 personas de origen subsahariano y otra de origen bangladesí, y su función en la organización hasta entonces era buscar alojamientos y alquilarlos a su nombre para los inmigrantes bangladesíes y pakistaníes que llegaban a Mauritania a la espera de ser trasladados a Canarias.

Para ello, cobraba 200 euros a cada inmigrante, pero además se encargaba de planificar y facilitar la entrada de estas personas a Mauritania, Argelia o Marruecos para su posterior traslado a España.

Y ello ha sido relatado durante la instrucción por dos testigos protegidos que tras haber salido de Banbladesh lograron llegar a Gran Canaria: uno en 2020 y otro en 2022 con el acusado.

Hasta que viajó a Gran Canaria, el acusado regentaba uno de los restaurantes propiedad de uno de los cabecillas de la organización en Mauritania, Mohamed S.S., alias Mastermind.

Otra de las personas que ha sido identificada en Mauritania ha sido S.S., quien tiene contactos en los controles de inmigración en el aeropuerto de Nuakchot, y les facilitaba la entrada en el país.

Además, ha quedado probado que los inmigrantes contaban con documentos que eran falsificados por la organización y que, una vez entraban en Mauritania, trabajaban en la mayoría de las ocasiones en los negocios de los jefes de la organización asiática en ese país.

Cuando conseguían el dinero suficiente para pagar la última parte del viaje, la trama subcontrataba con los responsables de las pateras y cayucos que salían hacia Canarias tanto desde Mauritania como de Marruecos, y para ellos contactaban con el costamarfileño A.S., jefe de una organización que preparaba viajes de subsaharianos a Canarias desde las costas marroquíes.

En la organización figura también como cabecilla en Mauritania el bangladesí H.A., propietario de varios alojamientos en los que se debían quedar los inmigrantes hasta reunir dinero suficiente para viajar en patera o neumática a Canarias, y otro bangladesí, S.S., que también ha logrado llegar a Europa y que facilitaba la organización de viajes en subsaharianos desde Mauritania.

Las víctimas de esta red de tráfico de personas, que sigue operativa -ha remarcado la Fiscalía- parten desde Bangladesh pasando por India y Emiratos Árabes, donde el grupo también cuenta con miembros que gestionan su viaje en avión a Mauritania.

Según ha indicado a EFE Teseida García, aunque la organización sigue activa, se ha podido localizar e identificar a las personas que operan en África y que se dedican al tráfico de paquistaníes y bangladesíes. 

Se ha identificado tanto a sus miembros asiáticos como a los subsaharianos a los que subcontrataban las pateras y contra los que se han dictado ordenes europeas de detención y solicitudes de extradición.

Además, ha informado de que respecto de los subsaharianos implicados y radicados en Mauritania y Marruecos se ha abierto una pieza separada y se ha pedido a las autoridades de Rabat la entrega a España del cabecilla que opera desde su país.

LO MAS LEÍDO