De los casi 20.000 migrantes que han llegado a España por mar o tierra desde que empezó el año, 1.579 son menores, la gran mayoría de ellos acogidos en Canarias, explica Save the Children, que alerta de que la cifra aumentará en los meses de verano y por tanto serán necesarios más recursos de acogida.
Para la entidad de defensa de la infancia el crecimiento de las llegadas se debe a causas políticas y económicas, la inestabilidad alimentaria y la crisis climática que genera cada vez más migraciones.
"Si se mantiene la tendencia al alza del volumen de llegadas, es probable que en los meses de verano aumente la llegada de niños y niñas no acompañados con necesidad de amparo y protección. En 2023 ya hubo récord de llegadas -más de 5.100 menores de edad-, si se continúa este ritmo, este año se superará la cifra", asegura la experta en migraciones, Bárbara González del Río.
Respecto a los acuerdos entre España y la UE para frenar el flujo de personas migrantes, incluido un acuerdo de 200 millones de euros con Mauritania, Save The Children considera "que se ponen en riesgo la protección de los derechos de la infancia".
"Estas medidas pueden dar lugar a situaciones no deseadas como la detención de niños y niñas, o la exposición a riesgos como discriminación, violencia o falta de acceso a derechos básicos", alerta la entidad, que recuerda que los derechos humanos y los derechos de la infancia deben guiar siempre las políticas migratorias europeas.
La especialista en migraciones urge a poner en marcha medidas que garanticen una correcta acogida de niños y niñas migrantes que incluyan la detección de perfiles vulnerables -solicitantes de protección internacional o posibles víctimas de trata- o el reparto obligatorio de menores de edad no acompañados entre distintas comunidades autónomas de manera continuada.
Según Save the Children, cuatro de cada cinco menores que llegan en patera o cayuco a España lo hace a través de Canarias.
"Hay dos factores fundamentales por los que ahora Canarias esté como esté. Por un lado, lo que ocurre en países de origen y, por otro, las decisiones que toma España y Europa en cuanto a gestión de migraciones y fronteras", explica González del Río.
Esta organización remarca que, "Mientras haya necesidad en los países de origen, la gente va a seguir desplazándose y el flujo migratorio hacia Europa va a seguir existiendo".
"Es como si a un río le bloqueas un paso, el agua va a buscar otro lugar por donde pasar. Cuando se dificulta una ruta migratoria, otra suele aumentar", apunta Save the Children.