El portavoz del Gobierno de Canarias y consejero de Sanidad en funciones, Julio Pérez, ha apelado este jueves a la "prudencia y responsabilidad" del comportamiento individual para garantizar el cumplimiento del plan de desescalada.
En una rueda de prensa para dar cuenta de los acuerdos del Consejo de Gobierno ha señalado que en general todas las islas "están preparadas" para acceder a la 'Fase 1' aunque entiende que arranque en El Hierro, La Gomera y La Graciosa ante la escasa incidencia del coronavirus.
Pérez ha dicho que el archipiélago cumple con los indicadores sanitarios y de disponibilidad hospitalaria para atender los nuevos casos, resaltando que el abastecimiento de mascarillas y guantes para la población en general parece garantizado en farmacias y centros comerciales.
"El mercado se ha ido acomodando y hay cantidad suficiente", ha señalado el consejero, subrayando no obstante que el Ejecutivo estará "atento" a que haya material disponible si no hubiera en algún momento dado que "del uso de mascarillas depende que el plan tenga éxito". De hecho, para el material sanitario, Pérez ha asegurado que hay reservas para las próximas ocho semanas.
El portavoz del Gobierno de Canarias y consejero de Sanidad en funciones también ha dicho que a partir del lunes se inicia una etapa "más complicada" porque aumentará la movilidad derivada del desconfinamiento, por lo que incidió en la "responsabilidad" de los ciudadanos.
En cuanto al plan estatal ha comentado que hay "muchas coincidencias" con el que presentó el Ejecutivo canario, que se ha nutrido de muchas propuestas de las comunidades autónomas, sin obviar que hay muchas "incertidumbres" porque su evolución dependerá del crecimiento o retroceso del virus.
La imprecisión es "inevitable"
En esa línea, ha indicado que "la imprecisión es inevitable" en un plan de estas características, ya que aún "queda mucha letra chica" por desarrollar en órdenes del Ministerio de Sanidad, porque no se puede reglamentar todo "como si fuera una situación normal".
Con todo, ha incidido en que Canarias se adaptará al plan pero no a modo de "carrera", aunque sean "los primeros" en España, junto a Baleares, debido a su condición insular y a que están "muy bien de salud", con un índice de contagiosidad por debajo del 1 y "tendencia decreciente".
Además, ha indicado que no se plantean impulsar la movilidad dentro de la misma provincia, ya que la isla es el "territorio" físico característico del archipiélago y que ciudadanos de las islas centrales vayan a las periféricas "pondría en peligro el plan".
"La medidas sanitarias no pueden modularse en razón de la economía"
Sobre las críticas de los hosteleros ante la limitación de actividad al 30% de capacidad de las terrazas, ha asegurado que el Gobierno comprende sus demandas pero deja claro que "las medidas sanitarias no pueden modularse en razón de la economía".
Pérez ha indicado que a partir del lunes se estará "mejor que antes", ha precisado que "no se obliga a nadie a abrir" y se ha opuesto a reducir la distancia de seguridad en los negocios con el fin de que puedan ser rentables económicamente. "Como consejero de Sanidad no puedo poner en peligro a los habitantes", ha señalado.
"La Administración y la Sanidad se tendrán que acostumbrar al teletrabajo"
El consejero de Administraciones Públicas del Gobierno de Canarias y también responsable de Sanidad también ha afirmado que las personas que trabajan en estos dos ámbitos "se tendrán que acostumbrar -como están haciendo- al trabajo a distancia" una vez se recupere la normalidad.
Julio Pérez ha señalado que la Administración no regresará "de ninguna manera" a la situación anterior al Estado de Alarma por el Covid-19 y una parte del trabajo se seguirá haciendo por medios telefónicos o telemáticos porque "así es como trabaja la sociedad".
Pérez ha incidido en que, de la misma manera que antes y después del confinamiento se usa el móvil para hacer una transferencia bancaria o comprar un billete de avión, la Administración y también la Sanidad "se tendrán que acostumbrar al trabajo a distancia". Es más, ha asegurado que es posible que algunos trabajos se hagan mejor de esta manera; pero, en cualquier caso, ha hecho hincapié en que "todos, administración y sociedad, debemos cambiar".
Por otro lado, ha avanzado que las oficinas de atención al público, una vez retomen su actividad, lo harán con mamparas para garantizar la seguridad, así como aquellos servicios donde no sea posible asegurar la distancia mínima entre personas de 1,5 metros.