El ex concejal de Parques y Jardines de Arrecife, Antonio Machín, ha asegurado este lunes que él no llevaba "ningún control" de las obras que se hacían desde su Concejalía, ni de los contratos, ni de los pagos a las empresas a las que se le adjudicaban obras desde su departamento y ha señalado como responsable de todo al que era su compañero en el PIL y en el Ayuntamiento, el ya fallecido José Miguel Rodríguez.
Así lo ha defendido durante su declaración como acusado en el juicio de la pieza 12 del caso Unión, en la que se ha negado a responder al Ministerio Fiscal y al resto de acusaciones y se ha limitado a contestar a su abogada, para negar cualquier participación en el cobro de comisiones ilegales, pero sin afrontar preguntas sobre las pruebas que existen contra él en la causa.
Su letrada solo le ha preguntado sobre una de ellas, concretamente por la confesión de José Miguel Rodríguez, que tras su arresto confesó parte de los hechos y después amplió esa declaración señalando a Machín como partícipe del cobro de sobornos. Y para intentar justificar esa segunda declaración, Antonio Machín ha relatado una supuesta conversación que mantuvo en la cárcel, cuando estuvo en prisión provisional por esta causa, con una persona que según él también había compartido celda una noche con Rodríguez, justo antes de volver a declarar. "Me dijo que estuvo toda la noche pensando, porque le dieron una lista con nombres que tenía que implicarlos, o si no, no le iban a dejar ver a sus hijos", ha llegado a declarar, citando el testimonio de un supuesto presidiario y una presunta conversación de la que no había hablado hasta ahora.
Estrategia similar a la de Reina Fabre, que tampoco ha respondido al fiscal
No obstante, ni siquiera fue en esa segunda declaración sino meses después cuando José Miguel Rodríguez señaló directamente a Antonio Machín. Además, el primero en apuntar a este edil ni siquiera fue Rodríguez sino Ubaldo Becerra, en junio de 2009, cuando le mostraron documentos internos del Ayuntamiento que habían sido encontrados en la contabilidad de un empresario también acusado en la causa y que estaban firmados por Machín. Sin embargo, al no aceptar preguntas, ninguna explicación ha dado a esa declaración de Becerra ni tampoco a la que prestó la pasada semana durante el juicio implicándole en el cobro de sobornos.
Así, Antonio Machín se ha limitado a cuestionar la declaración del ex concejal fallecido, en una estrategia similar a la que ha utilizado después el empresario Gregorio Reina Fabre, aunque en su caso lo que ha negado es su propia confesión. De hecho, este empresario ha afirmado que declaró que cobró comisiones ilegales pero que no era cierto y que lo hizo "inducido", aunque sin aclarar cómo ni por quién, ni tampoco por qué no lo había señalado antes. Se da la circunstancia de que Antonio Machín y Reina Fabre son los dos únicos acusados que se han negado a responder a preguntas del fiscal, que por tanto no ha podido interrogarles ni pedirles más explicaciones de las graves "insinuaciones" que han lanzado ambos durante el juicio.
"Ni seguía las obras ni nada de nada"
En cuanto a los cargos que pesan sobre él, por adjudicaciones fraudulentas de obras desde su Concejalía y por el pago de facturas falsas, Antonio Machín ha descargado cualquier responsabilidad afirmando que él "firmaba la propuesta nada más", que "ni seguía las obras ni nada de nada" y que quien llevaba el peso de todas las áreas era José Miguel Rodríguez, que era concejal de Hacienda pero que actuaba como "coordinador del grupo PIL en Arrecife".
Según Machín, él se limitaba a trasladarle "las necesidades de los barrios", porque era Rodríguez quien "tenía la capacidad de contratación", aunque en el sumario de la causa sí consta su firma en expedientes, tal como ha subrayado el Ministerio Fiscal. Además, a preguntas de su abogada también ha afirmado que desconocía que uno de los empresarios que se sientan en el banquillo y que ha confesado haber pagado sobornos cobró un millón de euros en menos de dos años por obras supuestamente realizadas para el área de la que él era concejal. "No, no. Yo no llevaba ningún control. Ni de esa empresa ni de ninguna. Nosotros no contratábamos a ninguna empresa", ha insistido, pese a que su antecesor en esa concejalía, Ubaldo Becerra, sí reconoció también haber adjudicado obras de forma fraudulenta como edil de Parques y Jardines, añadiendo que después Machín siguió haciendo lo mismo.
A preguntas de su letrada, el ex concejal ha añadido que si hizo declaraciones públicas con respecto a esas obras fue porque eran trabajos en los barrios "y tenía que aparecer en los medios", pero según él, también era José Miguel Rodríguez quien le elaboraba hasta las "notas para la prensa". Y también ha asegurado que no conocía el "acuerdo" que existía entre Rodríguez y el interventor, Carlos Sáenz, que ha confesado que en virtud de ese acuerdo autorizaba el pago de todas las facturas que vinieran de concejalías del PIL sin fiscalizarlas siquiera.